Un sábado que deja la constatación de que Pedro Sánchez ha abierto la fase final de su negociación con Esquerra y ha comenzado a preparar el relato. En las últimas horas hemos visto al líder de Esquerra, el preso en Lledoners, Oriol Junqueras, poner negro sobre blanco (en La Razón) las condiciones de Esquerra para la abstención.

Que Junqueras hable de mesa de negociación bilateral entre gobiernos, de igual a igual, entra dentro del guión. No debería de entrar dentro del guión constatar que el presidente del gobierno en funciones comienza a asumir esa retórica. Y es que ayer en Bruselas, tras la entrevista de Junqueras, Sánchez habla de diálogo y seguridad jurídica que es exactamente la declaración del Pacto de Pedralbes que omite la palabra Constitución, el término que el presidente en funciones tampoco pronunció.

En esta nueva fase juega un papel fundamental el PSC de Miquel Iceta

Y en esta nueva fase juega un papel fundamental el PSC de Miquel Iceta, convertido en una especie de catalizador de los mensajes para adaptarlos en una y otra dirección. Este viernes en el inicio del Congreso de los socialistas catalanes avaló la creación de una mesa de negociación entre el Gobierno y la Generalitat para establecer una relación bilateral, como reclama Esquerra.

Con el beneplácito y la colaboración de Pedro Sánchez, el PSC ha impregnado al PSOE del aroma que le gusta a Esquerra. Tanto que los denominados barones socialistas ya no pueden aguantar el aroma ni tapándose la nariz. Javier Lambán, presidente de Aragón habla del daño que está provocando el supremacismo, en referencia a las palabras de Iceta y Emiliano García Page, de Castilla la Mancha, le recuerda a Iceta que sobre toda España hablan todos los españoles y todo el PSOE también.

Pues esto sólo acaba de empezar. A ver qué dicen estos barones cuando Esquerra llame a la puerta para cobrar la factura de la abstención en la investidura.