Ha comenzado el primer fin de semana de verano y el sector turístico por fin pisa el acelerador y aspira a recuperar lo perdido durante la pandemia. Si nos fijamos en el último mes del que tenemos datos, en mayo, las pernoctaciones hoteleras en España se multiplicaron por cuatro con respecto al año pasado. Son 29’8 millones, solo un 7% menos que en 2019, el último año antes de la pandemia. Una tónica que está marcando todo el 2022. Porque en los cinco primeros meses el ritmo de los hoteles apenas se quedó a un 13% del 2019. Hay ganas de salir a pesar de los precios. Según el informe de verano del Observatorio Nacional del Turismo Emisor, los españoles gastarán una media de 610 euros en sus vacaciones estivales, una cifra que sube por primera vez desde el año 2018, pese a que se avecina un verano en el que habrá que rascarse el bolsillo ante el aumento del precio de la energía, lo que ha situado yala inflación en el 8,7%.

Casi 8 de cada 10 españoles tiene previsto viajar este verano. Un 14% más que en 2021. Son datos de Europ Assistance, una empresa de asistencia en viajes que realiza un barómetro anual sobre las vacaciones. De media, las vacaciones costarán a los españoles más de 1500 euros de media, un 20% más que el verano pasado.

Según la encuesta de ObservaTUR, alrededor del 89% de los españoles, tiene previsto viajar este verano. De ellos, un 37% ya ha hecho sus reserva, peroun 31% esperará casi hasta el último minuto para estar seguros de que podrán viajar. Por el contrario, un 11% no se irá de vacaciones. Aunque la mayoría de los viajeros (68%) optará por el vehículo propio en sus desplazamientos estivales, el avión experimenta una clara mejoría y se sitúa ya cerca de los niveles prepandemia.