El director editorial de COPE, José Luis Restán, ha comentado en 'La Mañana de Fin de Semana', con Ángel Correas, la actualidad religiosa de la semana, que en los últimos siete días ha pasado por la polémica surgida a raíz de las palabras de Monseñor Fratini y por la polémica exposición "Pederoclastia" de Toledo.

Precisamente hablamos de una polémica que al gobierno de Pedro Sánchez le ha interesado avivar en los últimos meses, en las últimas semanas, para desviar, vamos a decir, la atención de otros temas más espinosos que desde luego tiene sobre la mesa.

Son esas declaraciones del exnuncio ya de la Santa Sede en España, de Monseñor Fratini, sobre la exhumación de Franco. Y el Vaticano ha respondido al Gobierno, a esa carta que enviaron desde Moncloa, y especifica algo que es obvio: esas declaraciones de Fratini fueron a título personal.

La Santa Sede siempre ha tenido clara cuál es su postura respecto a esta cuestión de la exhumación de los restos de Franco y se lo hizo saber a la vicepresidenta Carmen Calvo a través de una carta que envió el secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin. Básicamente la Santa Sede lo que hace es reconocer la soberanía del Estado español para que, de acuerdo con su marco legal, lleve a cabo lo que tenga que hacer en esta historia de la exhumación de los restos de Franco.

Otra de los temas de la semana, de las polémicas de la semana, es esa exposición en Toledo: "Pederoclastia". Un ataque directo hacia la Iglesia Católica aprovechándose de todo lo que estamos viviendo estos últimos tiempos con el tema de los abusos sexuales y demás. Negando, por supuesto, cualquier reacción que haya tenido la Iglesia y tirando de tópico y todo lo que haga falta.

El Arzobispo de Toledo ha sido el encargado de responder en este caso a través de una carta en la que habla de una nueva cultura neopagana que ha situado, precisamente a la iglesia, en el epicentro de todos estos debates. Exposiciones que podemos calificar de muchas formas irrespetuosas, blasfemas... y esta es de una categoría ínfima desde el punto de vista cultural y artístico.

Es grotesco y patético todo lo que se expone, incluso la narración que acompaña esas obras. Y podemos llamarlo así. Porque se puede criticar a la iglesia en una sociedad plural y democrática. Vamos, la crítica se hace todos los días, pero lo que no se puede es decir estupideces, memeces... No se puedes insultar de una manera gruesa y estúpida, y menos, recordando el drama de los abusos sexuales, el drama de la pedofilia. Que por cierto, es un drama transversal que afecta a toda la sociedad.