La violencia está tan naturalizada que hace a las mujeres no reconocer una agresión

Ángel Expósito ha contado en 'La Linterna' varias historias con mucho en común. La de Haima, Ivana, María Belén y Geni. La primera es la de Haima. Ella y su familia estuvieron en un piso, lo alquilaron, pero como no tenían recursos tuvieron que huir, y desde hacía varios meses su casa era una tienda en un campamento de refugiados del valle de la Beká, la zona de Líbano con más refugiados sirios. La verdad es que se puede decir que tuvo suerte. Y es que en el reparto de habitáculos le tocó una Haima. Imagínate vivir en una Haima. Sobre un suelo de cemento levantado unos centímetros, Radia había puesto unas alfombras. Los dos metros cuadrados de su tienda estaban recubiertos por dentro de un aislante y en el centro, una estufa. También, para tratar de convertir aquello en un hogar, había puesto unas plantas a la entrada.¿Sabes cómo sobrevivía? ¿Sabes cuál era su sustento? Hacer de costurera para sacar algún dinero.

La tienda de Radia tenía además unas colchonetas que en ocasiones se convertían hacen a veces de sillón, pero el espacio lo ocupa la cama en la que está su madre. Una señora que mira nuestra charla pero que no se puede mover. Y es que un ictus la dejó prácticamente paralítica.

A Radia le costaba seguir hablando, bajaba la mirada, se secaba las lágrimas. Se le preguntó por su futuro y se notaba que era una mujer que se había resignado o que las circunstancias le habían obligado a hacerlo.

En Centroamérica la violencia sexual, las maras y la trata hacen que desde muy pequeñas las niñas sean objetivo de la violencia. Ivana tiene 16 años y es de El Salvador. Tiene un pelo negro larguísimo, es muy alta para su edad y tienes dos ojos negros preciosos. Su aspecto físico, que en cualquier lugar del mundo sería algo de lo que presumir se convirtió en su condena. Cuando Ivana tenía 8 años lo que más le gustaba en el mundo era montar a caballo con su hermano. Era su forma de divertirse y escapar de los problemas del día a día. Pero eso se acabó cuando asesinaron a su madre. La vida de Ivana cambió. Comenzó un peregrinar por las casas de los familiares para ver quien se quedaba con la niña.

Desgraciadamente quien tenía que protegerla, cuidarla y ayudarla a crecer no lo hizo. A eso se le unía el hecho de vivir en una zona controlada por las maras y que uno de los jefes de estas pandillas puso sus ojos en ella.

Como ella misma dice ha estado muy cerca de estas pandillas y sabía que la única forma de escapar de ellas es huir. Y eso hizo. Dejó su país, Honduras, y recaló en Guatemala. Así que se convirtió en carne de centro de menores. A lo largo de su corta vida ha pasado por varios pero donde todo cambió para ella fue en el Centro Raíces del Amor, situado en la zona 1, un lugar bastante peligroso. Allí arropada por un equipo de profesionales compuesto por educadores, médicos y psicólogos ha logrado encontrar su futuro..Dice que quiere dedicarse al maquillaje y a la belleza pero que además quiere ser juez. Ella ha sido objeto de violencia sexual, su madre murió asesinada y las pandillas estuvieron a punto de costarle la vida.

Hay esperanza, la educación es la esperanza. El equipo de 'La Linterna encontró a Blanca en un colegio de salesianos de Ciudad de Guatemala. Tiene 18 años y está en quinto de Bachillerato.

Ella es la pequeña de todos sus hermanos, pero la única que trabaja. Esta chica tiene una fuerza increíble, una sonrisa y una positividad brutal, pero también es reflexiva y es consciente de que en parte, sobre ella recae demasiado peso para la edad que tiene. Ella es Pura energía, pura vitalidad y sobre todo sabe que tiene ante sí todo el futuro por delante.

Por los micrófonos de 'La Linterna' dos mujeres que se entregan por completo para erradicar esta violencia. María Belén Ayala es técnica de proyectos de la corporación 'Sol Justicia'. ''Tenemos mucho camino por andar y todos debemos implicarnos en esta problemática''.

Fuera de micrófonos, María Belén contaba que el tráfico, la trata y la violencia que hay en Ecuador es terrible. ''La vulnerabilidad a la que las mujeres están expuestas se ve potenciada desde la misma expulsión''. Cuenta que a lo largo de su trabajo se ha dado cuenta que hay que hacer un especial trabajo con los hombres para saber como ha sido la educación.

Yeni Delgado es directora de la 'Fundación Río Manta'. Se encarga de realizar proyectos sociales en beneficio de la población más vulnerable. ''Nosotros ayudamos a las mujeres que vienen de barrio marginales, que viven en situación de pobreza''. ''La violencia está tan naturalizada que a veces las mujeres ni si quiera reconocen como viven''.

El objetivo de estas dos mujeres es el mismo. Llegar a erradicar la violencia contra las mujeres. Que la ciudadanía se sensibilice para ellas será misión cumplida