Varias calles cortadas al tráfico en París. Autopistas del país bloqueadas por centenares de tractores. Cerca de 15 mil policías están movilizados para evitar que la capital francesa pueda colapsar. Se trata de una de las protestas agrícolas más contundentes que ha vivido Francia en los últimos años.

Su objetivo es el de lograr un “lunes negro” bloqueando el país de cualquier forma posible. Pero no solo buscan bloquear los accesos a la capital francesa, sino también impedir la entrada en su territorio de los 21 mil transportistas españoles que a diario cruzan la frontera a través de Irún y La Junquera. Llevan así desde el pasado viernes. Consideran que la entrada de productos agrícolas llegados especialmente de España, representan una competencia desleal por su bajo precio mientras tienen estándares medioambientales peores que los suyos.

Desde España, el campo también se ha levantado contra la política exigente por parte de la Unión Europea y asegura que están en las mismas condiciones precarias que sus vecinos franceses. Además, insisten en que es sorprendente que no se preocupen por la entrada de productos de Marruecos que no están sometidos a las exigencias europeas.

Las protestas también se han desencadenado en otros países europeos como Alemania, Países Bajos o Rumanía. Entre los principales problemas está el costo creciente del diésel agrícola, el pago tardío de los subsidios o la competencia que suponen para ellos las importaciones.

Los motivos y qué hay detrás de las protestas en Francia

La preocupación en la frontera de España con Francia continúa cuando se cumple el cuarto día de protestas de los agricultores franceses. Desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías, se calcula que las pérdidas diarias podrían ser de hasta 12 mil millones de euros, es decir, unos 600 euros por camión cada día. Todo eso sin contar los daños de los camiones atacados ni de la mercancía que ha sido destruida.

Mateo Haddad, periodista francés, explica en La Linterna por qué está sucediendo esto ahora: “Los trabajadores del campo están hartos de no poder vivir de su trabajo. Muchos cuentan que, a final de mes, pierden dinero. El aumento de un impuesto sobre el combustible para transportes comerciales ha sido el punto que ha hecho que la gente salga a bloquear las carreteras”.

Una fecha clave como "modo de presión"

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Macron fue reelegido en las elecciones presidenciales de 2022 y, desde entonces, este mandato ha estado lleno de polémica. La controvertida reforma de las pensiones hizo que el pasado año se produjeran numerosas protestas y, ahora, los agricultores bloquean las carreteras de París. Según Haddad, van a continuar: “Hoy hemos sabido que hay una huelga prevista en el transporte público de París desde el 5 de febrero y con fecha indeterminada. Hay muchos otros sectores que están pensando en entrar en huelga y tienen en mente la fecha de los Juegos Olímpicos de agosto. Hay muchos que piensan que puede ser un punto de inflexión para el Gobierno. Hay muchos trabajadores que tienen esta fecha como modo de presión”. La seguridad jugará un papel fundamental en París este verano cuando se celebre esa gran cita deportiva que, además, es “muy importante para Macron” en su mandato y de cara al mundo entero.

Estos incidentes han sido muy habituales por parte de los agricultores franceses, aunque parece que la violencia aumenta: “Sobre todo por el bloqueo de París, algunos lo llaman el asedio de París. Muchos quieren dejar a la ciudad con hambre y bloquear el mercado central. Puede ser un bloqueo muy duro contra la economía y la gente que vive en París”.