Uno de los países más grandes de África y uno de los más pobres del mundo, Sudán, se encuentra en guerra. Para que te hagas una idea de la situación que se vive allí, un tercio de sus 45 millones de habitantes viven de la ayuda humanitaria. Más de la mitad de ellos son niños que no van a la escuela. En cuanto a las mujeres, el 90% sufre mutiliación genital, y una de cada diez chicas se ve obligada a casarse antes de los 15 años.

A estas condiciones hay que sumar un conflicto que acaba de estallar, una vez más, puesto que no es la primera guerra que sufre Sudán. Dos generales se enfrentan por el poder. Ya son cuatro días de enfrentamientos en las calles, cuerpo a cuerpo, especialmente en la capital, Jartum. Se enfrentan el ejército oficial del país y un grupo paramilitar denominado "Fuerzas de Apoyo Rápido", que en realidad son mercenarios hermanos del 'Grupo Wagner'.

Se calcula que ya van más de 200 civiles muertos, hay miles de heridos, y podría haber más fallecidos por la falta de electricidad y agua. Precisamente se había acordado un alto al fuego que empezaba esta tarde para evacuar a los civiles y trasladar a esos heridos, pero ya hay informaciones que dicen que no se ha respetado y que sigue habiendo explosiones y ataques.

En Jartum se encuentra Monseñor Luis Miguel Muñoz Cardaba, nuncio apostólico en Sudán. "Desde el sábado por la mañana Sudán vive una situación de conflicto muy grave, y la población civil está en medio de este conflicto". Explica que se está utilizando artilleria pesada e incluso aviones de guerra. "No se conocen los datos", comenta Monseñor Muñoz Cardaba, "pero se puede imaginar que hay muchas bajas en los dos bandos", pues la guerra se ha extendido más allá de la capital y hay ataques en otras ciudades del país. "La población civil está aterrorizada, encerrada en sus casas para evitar el fuego cruzado".

La situación en Sudán en los últimos años ha sido bastante convulsa. Ya en 2021 hubo un golpe de Estado militar, pero en los últimos meses se había ido recuperando en cierta manera la normalidad y se estaba trabajando hacia una transición democrática. "Últimamente había bastantes esperanzas de que este acuerdo político se alcalzase, sin embargo ha llegado la explosión de este conflicto", explica el nuncio. "Ojalá se trate solo de un conflicto puntual y que no degenere en una guerra civil".

Sudán es un país mayoritariamente musulmán, pero tiene cerca de un millón de católicos. La mayoría son "gentes muy pobres, muy humildes que ocupan los estratos sociales más bajos", según Monseñor Muñoz Cardaba. Precisamente el pasado domingo el papa Francisco dirigío una oración para que cese el conflicto en Sudán y se busque la paz y el diálogo entre las partes.