María Solano, experta en educación: "No lo vimos venir pero ahora sí nos hemos dado cuenta de que esto es muy peligroso"
La profesora María Solano advierte, en 'La Linterna', sobre el exceso de exposición a pantallas desde la infancia

Exceso de exposición a pantallas
Publicado el
3 min lectura
El dato impacta: el 84% de los niños entre 1 y 3 años supera el tiempo recomendado de exposición a pantallas. En la franja de 4 a 6 años, el porcentaje asciende al 88%. “O sea, todos”, se escuchó en tono sarcástico durante el programa La Linterna, que hoy dedicó su espacio de educación a un tema que afecta a casi todos los hogares: la digitalización excesiva de la infancia.
Los niños pasan de media cuatro horas al día frente a una pantalla. Cuatro horas que se reparten entre dibujos como Peppa Pig, Pocoyó o La Patrulla Canina, y juegos en tablets o móviles. Y si hablamos de adolescentes —y adultos—, la cifra se dispara. Vivimos, literalmente, con el móvil en la mano: al comer, al acostarnos, mientras vemos la televisión.
un libro para todos
María Solano, profesora del CEU y autora del libro Pantallas, ¿qué remedio?, dejó claro que la responsabilidad no es exclusiva de los niños. “Pensaba que escribía un libro para padres y madres como yo, que lidiamos con estas pantallas, pero enseguida me di cuenta de que lo escribía para nosotros. Porque los adultos no estamos exentos. Y además, somos el ejemplo que estamos dando”, afirmó con contundencia.
Solano se muestra optimista. Aunque admite que el fenómeno digital llegó como “una avalancha que no vimos venir”, cree que ahora estamos empezando a entender sus consecuencias. “Le estamos poniendo coto al problema”, aseguró. Y lo más importante: “ese coto está en casa”. La solución pasa por abrir espacios de conversación, fomentar el pensamiento crítico y, sobre todo, enseñar con el ejemplo.

Alumnos de educación pública
la soledad digital
La autora evocó una escena que hoy parece lejana: una familia entera frente a la única televisión del hogar, compartiendo un mismo contenido. En los años 60 o 70, la experiencia televisiva era colectiva. “Eso se llama socialización mediática”, explicó. “Los niños aprendían lo que era adecuado o no viendo el telediario con sus padres. Si algo no era apropiado, el padre tosía o la madre se levantaba. No hacía falta decir nada más”.
Hoy el entorno es completamente distinto. Las pantallas son múltiples y privadas. “El entorno multipantalla es infinito”, señaló Solano. Y lo que antes se aprendía colectivamente, ahora se consume en soledad. “Eso deja lo que yo llamo tatuajes del alma. No porque lo vayan a repetir, sino porque dejan de ver como incorrecto lo que realmente lo es”.
tecnología sí, pero con criterio
Solano no demoniza la tecnología. “Las pantallas son útiles si se usan de forma adecuada. Lo que no vale es sustituir con pantallas algo que ya era útil, como un cuaderno, un libro o un buen maestro. Eso es el solucionismo tecnológico”, explicó. Y recordó que la pandemia aceleró este proceso: “Nos ayudó, sí, pero ahora toca desandar ese camino y usar la tecnología con criterio”.
El subtítulo de su libro es casi una declaración de intenciones: Cómo sobrevivir con pensamiento crítico al entorno digital. ¿Y cómo se logra eso? “Hablando y escuchando. Preparándonos para anticipar decisiones, para saber cuándo debemos parar. Incluso cuando solo estamos perdiendo el tiempo con vídeos de gatitos”, dijo entre risas.
Y pese a todo, Solano termina con esperanza. “Veo un hartazgo. Cada vez más gente, también joven, se desconecta cuando llega a casa. Yo lo veo mejor que hace tres años. Porque ahora sí nos hemos dado cuenta de que esto es peligroso si no se maneja bien. Y por eso soy optimista”.