El ejército de Israel intensifica sus ataques sobre la Franja de Gaza por tierra, mar y aire consiguiendo abrir brechas hasta en una veintena de puntos de la frontera. Las fuerzas israelíes aseguran que ya han recuperado el territorio perdido tras el sorpresivo ataque de Hamás el pasado sábado y aseguran que no se han producido ningún tipo de infiltraciones en las últimas 24 horas. Además, ha anunciado que está minando los puntos donde se destruyó la valla fronteriza entre la Franja e Israel. Durante el avance, el ejército ha asegurado haberse encontrado con alrededor de 1500 cadáveres de milicianos de Hamás.

Los bombardeos no cesan. A través de un comunicado, Israel asegura ha bombardeado a más de 200 objetivos. Un ataque que habría matado a dos altos cargos de Hamás, uno de ellos su ministro de economía. La alerta en ese lugar es máxima y el miedo se palpa en sus calles.

Franja de Gaza, zona de conflcito entre Israel y Palestina

Gaza permanece bloqueada. Hay soldados por todas partes que controlan cada entrada y salida la frontera. El veto de Israel al suministro de agua, de comida y, en particular, el de electricidad y combustible, está logrando asfixiar la retaguardia de Hamás.

Las calles de Gaza son el escenario del terror, la muerte y la desolación provocada por la guerra. Cerca de 200 mil personas están desplazadas en la zona mientras que la única vía de escape era el paso fronterizo de Rafá que une Gaza con Egipto. Un punto que ya está cerrado. La ayuda humanitaria sigue sin llegar a todos aquellos palestinos que han decidido quedarse. Naciones Unidas ha reclamado abrir corredores para llevar inmediatamente ayuda, donde se estima que 800 mil personas tienen carencia de alimentos y agua.

Fuera de la ruta principal al acceso de Gaza, todos los caminos secundarios que llevan a las pequeñas localidades agrícolas están también cerrados. Ese lugar se ha convertido en una ratonera, en un verdadero infierno.

¿Por qué no se ha detectado el ataque de Hamás a Israel?

Lo más sorprendente en este conflicto es saber cómo un país como Israel que presume de tener el Mossad, uno de los mejores servicios de inteligencia del mundo, no fuera capaz de detectar el ataque de Hamás. También ha sido cuestionada la famosa 'Cúpula de Hierro' fundamental en la defensa de Israel. Sin ella, no podría interceptarse, más del 90% de los cohetes lanzados desde Gaza. Sin embargo, jamás ha estado tan exigida como en estos últimos días.

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La Linternaha analizado en profundidad este conflicto que se está viviendo en la Franja de Gaza con la ayuda de Felipe Debasa, profesor de historia contemporánea y director de la Cátedra Nueva Ruta de la Seda de la Universidad a Distancia de Madrid.

"Es significativo que hace un año estaba en Jerusalén y el ministro ultranacionalista de seguridad había terminado con el status quo de pisar lugares reservados para el culto de los musulmanes. Este fue el inicio de la escalada", describe el profesor mientras recuerda que este conflicto es muy complicado. "Hay un desconocimiento brutal de los que está ocurriendo".

Hay que entender que el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, "es un Gobierno muy débil". En cuanto al interés de Irán, desde el punto de vista geoestratégico: "Lo primero es generar caos y descontrol. Yo les digo a mis estudiantes que si los productos de AliExpress tardan en llegarte y te cuestan un 40% más, hay alguien que probablemente lo celebre, como el régimen de Irán, porque están en contra del capitalismo. Irán también ha visto como ha polarizado a las sociedades europeas de una manera brutal. Esto no es una guerra de Palestina contra Israel, se trata de una guerra de muchas potencias contra una organización terrorista que se llama Hamás". El profesor apunta que, cuando hay un caos tan grande, "parece que está ganando Israel y Rusia, y está perdiendo el pueblo que sufre la crueldad de la guerra".

Felipe Debasa recuerda que desde el Holocausto, el pueblo judío nunca había sufrido tanto: "Ahora están sufriendo barbaridades y atrocidades similares al Holocausto, pero también sufren los palestinos, los niños, los que se van a quedar sin agua y sin luz...". Para finalizar, apunta a que el resto de Europa lo notaremos cuando llegue el invierno y la energía comience a escasear.