Expósito valora el ambiente en el Vaticano el día después de la muerte del Papa: “Un bofetón que nos da Francisco para mostrar la verdad, la de los vagabundos”

Ya se saben muchas cosas sobre el calendario a seguir, a partir de hoy, el día después de la muerte del Papa Francisco. El último adiós será este sábado, a las diez de la mañana, con la presencia de los Reyes de España, con parte del Gobierno, María Jesús Montero al frente, con Yolanda Díaz, con el ministro Félix Bolaños, también en la delegación, Alberto Núñez Feijóo.

Noticia, en fin, no viene Pedro Sánchez, seamos sinceros, y lo meto yo, como que no se le va a echar mucho de menos. Pocos días después, el cónclave.

Mira, opinión personal. ¿Películas al margen? Para elegir al nuevo Papa se espera a 130 y tantos cardenales, cuya composición geográfica es la más variada de la historia, todo un símbolo también del pontificado de Francisco. Europa sigue siendo mayoría con 53, Asia 24, África 18 y América del Sur 17. Norteamérica tiene 16, América Central y Oceanía 4 cada uno. Los países con más cardenales son Italia, importante, Estados Unidos con 10 y Brasil con 7. India y Francia, 5. Desde España acudirán 4, después de que se haya anunciado que no estará el arzobispo emérito de Valencia, Antonio Cañizares, por motivos de salud.

En total, nacidos en nuestro país hay dos más. Alguno, me cuenta quien sabe, muy interesante. Estará el arzobispo de Madrid, José Cobo, el arzobispo emérito de Madrid, Carlos Osoro, el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, Ángel Fernández Artime, que fue rector mayor de los salesianos, y actualmente es el prefecto del dicasterio para el Instituto de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. Otros dos, como digo, nacidos en España, el arzobispo de Rabat, Cristóbal López, y el obispo de Córcega, Francisco Javier Bustillo.

A partir de aquí, sinceramente, películas, series de televisión, vaticanólogos que florecen debajo de los adoquines de esta plaza de San Pedro, una plaza en el Vaticano que me sigue asombrando por algo que todo el mundo ve, pero que se nos borra, los homless. Cientos de vagabundos desperdigados por la vía de la Conciliación, por calles aledañas que, otra idea de Francisco, cuando cae la noche se acercan a cenar y a asearse a los centros de acogida aquí, en el Vaticano.

Lo dicho, una dura realidad, ante nuestras narices como que no queremos ver, una especie de bofetón que nos da Francisco para mostrar la verdad, la de los vagabundos, cientos, entre turistas, fieles y periodistas.

Ah, y mi postdata. Me da cierto reparo vivir en directo la historia del siglo XXI desde el Vaticano y rebajar tanto el nivel, pero la vida sigue.

Sánchez, el presidente del Gobierno, dice que gastará diez mil y pico millones más en defensa para llegar al 2% del PIB, sin pasar por el Parlamento, y que se financiará por lo bien que va la economía española, sin recortar gasto social ni subir impuestos. De esos diez mil y pico millones, el 35% se destinará a condiciones laborales de tropa y marinería. El 30%, aparte, se destinará al ciberespacio. Y un 20% por la compra de armamento.

Bueno, pues en estas, que reaparece Super Yoli, y Divina de la Muerte dice que lo considera un gasto verdaderamente exorbitado, sin analizar los retos ni las amenazas, que dice, prioritarias. Por eso, Sumar, pide la retirada de esta idea del Consejo de Ministros. Eso sí, seamos sinceros, tanto ella como el resto de ministros de sumar, siguen en la mamandurria y sentaditos en la Moncloa. Nos ha jodido.