Expósito enciende La Linterna este lunes desde Jarilla, una de las localidades más golpeadas por los incendios
El comunicador de COPE arranca temporada trasladándose hasta el municipio cacereño, donde se han quemado más de 17.300 hectáreas este verano

Expósito enciende La Linterna este lunes desde Jarilla, una de las localidades más golpeadas por los incendios
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El director de La Linterna, Ángel Expósito, y todo su equipo arrancan este lunes la temporada desde Jarilla (Cáceres), donde se han calcinado hasta 17.355 hectáreas hasta la pasada semana, convirtiéndolo en uno de los municipios más afectados de un verano negro en cuanto a incendios en España. El programa líder de su franja según la última ola del Estudio General de Medios (EGM) recoge los testimonios de los más afectados por las llamas, como propietarios o agricultores, que han visto sus posesiones y su trabajo peligrar por el fuego.
Escucha las historias, el análisis y el rigor en una de las localidades más afectadas en un incendió que duró más de 10 días en los que los efectivos lucharon sin descanso contra las llamas. Y es que fue el pasado 23 de agosto cuando el Gobierno extremeño anunció la desactivación total del Plan Especial de Protección Civil ante Incendios Forestales de la Comunidad Autónoma de Extremadura (Infocaex), después de dar por "neutralizado" el incendio.
Jarilla arrAsada
La magnitud del incendio obligó a desalojos masivos en varios municipios, incluyendo Gargantilla y zonas periurbanas de Hervás, donde las llamas amenazaron no solo viviendas sino también áreas de alto valor ecológico, como el castañar del Valle del Ambroz. Durante los once días que duró la emergencia, el dispositivo de extinción llegó a contar con hasta 25 medios aéreos en algunas jornadas, además de la colaboración de unidades terrestres, brigadas helitransportadas y efectivos internacionales de Eslovaquia y Alemania.
Abel Bautista, consejero de Presidencia, Interior y Diálogo Social de la Junta de Extremadura, destacó el trabajo de "todos los grupos logísticos" involucrados en las labores de extinción, y resaltó que, a pesar de la gravedad del incendio, no se ha tenido que lamentar ninguna pérdida de vida humana. En una nota de prensa emitida este sábado, la Junta recordó que en algunos momentos se registraron "hasta 19 incendios simultáneos" en la comunidad, lo que exacerbó la presión sobre los recursos disponibles.

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Un verano negro de incendios
La crisis generada por el incendio de Jarilla ha estado enmarcada en un verano particularmente devastador para España. Según datos del sistema europeo de información sobre incendios forestales Copernicus, en lo que va de año se han quemado 382.607 hectáreas en el país, con 228 incendios forestales detectados en distintas comunidades. Extremadura, junto con otras regiones como Castilla y León y Asturias, experimentó una concurrencia de focos que pusieron a prueba la capacidad de respuesta de las instituciones.
Detrás de las cifras, el impacto humano del incendio ha sido profundo. Vecinos de las áreas afectadas describieron escenas de terror e incertidumbre mientras evacuaban sus hogares. "Vas a asomarte por la ventana y ves todo negro, nuestras casas y nuestros recuerdos allí...", relató un afectado. Otros testimonios, como el de una mujer evacuada, reflejaron el miedo vivido: "Con mucho miedo, porque venía el fuego y yo me veía atrapada con todo".

En medio del desastre, la Iglesia desempeñó un papel crucial en la acogida de los desplazados. El obispo de Plasencia, Ernesto Brotóns, habilitó instalaciones como el Seminario Mayor, las Hermanitas de los Pobres y la casa sacerdotal para albergar a quienes huían de las llamas. En declaraciones a 'Mediodía COPE', Brotóns explicó que, aunque la mayoría de los evacuados pudieron regresar a sus hogares el pasado fin de semana, aún quedaban algunas personas bajo cuidado de la Iglesia, incluyendo un matrimonio y residentes de Gargantilla en centros sociosanitarios.
La finalización de este incidente marca un respiro para Extremadura, pero también deja patente la necesidad de reflexionar sobre la gestión de emergencias en un contexto de crisis climática y recursos limitados. Mientras la comunidad inicia la etapa de reconstrucción, las lecciones aprendidas durante estos once días de incendio seguramente influirán en las políticas de prevención y respuesta futuras.



