Diego Garrocho: "Este ciclo de corrupción y prostitución nos está recordando que la vieja receta de las democracias liberales sigue viva"
El profesor de Filosofía, Diego Garrocho, reivindica la prensa libre como clave para controlar al poder

Diego Garrocho reivindica la prensa libre como clave para controlar al poder
Madrid - Publicado el
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Pues una de las pocas cosas buenas que está teniendo este inmenso ciclo de corrupción y prostitución es que nos está recordando que la vieja receta de las democracias liberales sigue viva. Y esa receta nos recuerda que la prensa es uno de los instrumentos esenciales del control político.
Por eso se habla del periodismo como cuarto poder y por eso el desarrollo de los periódicos corrió casi parejo al de las democracias liberales. Ya sabes que me gusta citar mucho a Alexis de Tocqueville, el autor de La democracia en América, un texto inspiradísimo que nos habla de las bondades de la democracia pero también de algunos de sus peligros.
Este texto tiene páginas consagradas a ensalzar la libertad de prensa, hasta el punto de que llega a señalar que los únicos monumentos históricos de los Estados Unidos son los periódicos. Más allá de esta bonita exageración, hoy sabemos que, gracias al trabajo de compañeros y compañeras periodistas, los españoles hemos estado menos expuestos a los abusos del poder político.
Desde el escándalo del Tito Berni hasta las sucesivas exclusivas que se han ido publicando, los casos de corrupción y prostitución que asedian ahora a Pedro Sánchez deben mucho, por supuesto, a la UCO y a los jueces, pero deben no menos a la valentía de hombres y mujeres que se han atrevido a desafiar al poder y que se han expuesto también al insulto o al señalamiento de miembros del Gobierno o incluso de compañeros de profesión.
Pero siempre hay, claro está, quien, faltando a la encomienda del oficio, en lugar de investigar al poder, decide acunarlo. Y esto también lo supo ver Tocqueville, quien afirmó que las dos grandes armas que emplean los partidos para triunfar son los periódicos y las asociaciones, advirtiendo del riesgo que entraña una prensa demasiado politizada. Eso sí, francés contra francés, la mejor cita sobre la libertad de prensa siempre será la de Albert Camus: Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra cosa que mala.