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1 de noviembre. Día de Todos los Santos. Día de resaca de la moda esta del Halloween. Último día del primer puente del curso, con las carreteras llenas, con colas en los restaurantes con esa extraña sensación del consumo que marcha entre las previsiones económicas más pesimistas. Como si no nos lo creyéramos. Como que nos da lo mismo.

Me imagino a los muchos que se han pillado el puente, en la playa o haciendo senderismo mientras comentan sobre la renovación del Poder Judicial, que diría la ministra de Justicia.

Como si tampoco quisiéramos verlo, la guerra de Ucrania continúa en todos sus frentes. En el bélico, por supuesto, en lo energético, esperando al generak invierno y con Putin intentando matar de frío a los ucranianos. La última, el enésimo bloqueo a la exportación de cereales con la amenaza, repetida, de una hambruna en los países más pobres por la escasez y el encarecimiento (más todavía) del trigo.

Putin juega con el gas como arma de guerra y con los cereales como un arma de destrucción masiva y planetaria.

Así está el mundo. Y lo que nos queda.

Ahora, permíteme, me voy a detener un par de minutos en el asesinato de la pequeña Olivia, de seis años. Todo pinta que la mató su propia madre suministrándole una sobredosis de tranquilizantes. El mismo tranquilizante que tomaba ella misma, por cierto.

Voy a intentar no hablar de política ante la salvajada de este crimen. Voy a hacer todo lo contrario de lo que hace el Gobierno cuando es un padre el asesino. Ahora ha sido la madre y ni mú. Sólo falta que salga la feminista oficial de turno para decir que en el cómputo final... ellos matan a sus hijos mucho más que ellas. Y si no, al tiempo.

Eugenio y Noemí vivieron casados unos cinco años. Hace seis, nació la pequeña Olivia. Vivían en Torrecaballeros (provincia de Segovia)... pueblo famoso para medio Madrid por la tradición de comer cordero. Los abuelos paternos viven también en Torrecaballeros y los abuelos maternos en Gijón.

La niña nació hace seis años y medio. Al poco de nacer empezaron los problemas que terminaron en una separación tan dura como compleja. Ella a Gijón con la niña, él en Torrecaballeros con un régimen de visitas.

Desde el primer momento Eugenio solicitó la custodia de su hija alegando problemas de salud de la madre. La última resolución judicial se conoció el pasado viernes: La custodia de la pequeña Olivia corresponde a Eugenio. Hoy martes debería ir a recogerla a Gijón. Este fin de semana pasado habría sido el último finde de Olivia bajo la custodia de la madre.

Noemí decide matar a su propia hija con tal de que la custodia no corresponda al padre. Y lleva a cabo el asesinato suministrandole a la niña una sobredosis de tranquilizantes.

Eugenio se presentó en el domicilio de Gijon donde se destapó el horror.

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La familia de Noemí llevaban demasiadas horas sin saber de ella y de la niña, así que un tío de la familia alertó a la Policía. Una patrulla se presentó en el piso de alquiler donde vivían, en Gijón, y se encontraron a la niña, aparentemente inconsciente. Al parecer, yacía muerta pues habría ingerido las pastillas varias horas antes.

Inmediatamente la Policía detuvo a la madre que tampoco parecía estar en una situación digamos normal.

Ayer mismo, Eugenio llegó a Gijón. Lo que iba a ser un viaje para recuperar a su hija, tras cinco años de pelea judicial para obtener la custodia se convirtió en un viaje para recuperar el cadáver de esa hija.

En vez de volver con ella a Torrecaballeros para escolarizarla de nuevo el colegio Claret de Segovia. Ese maldito viaje se convirtió en una vuelta con el cuerpecito de Olivia camino del tanatorio.

¿Te imaginas a ese hombre? Insisto, no voy a entrar en política. Ni siquiera voy a echar en cara el silencio oficial. Tan solo piensa en la vida que le queda a ese padre. Hasta donde llega el odio de un ser humano capaz de hacer eso a su hija, de seis años, con tal de destrozar de por vida, en este caso, al padre.

Es más, ¿te imaginas a los abuelos? Y si me apuras, ¿te imaginas especialmente por lo que estarán pasando esos abuelos maternos, los padres de Noemí (su hija), la asesina de su propia nieta?

Descanse en paz la pequeña Olivia que pene con la condena y su enfermedad la madre y en cuanto a Eugenio, el padre destrozado, sinceramente. No sé de donde sacará las fuerzas para seguir.

¡AH! Y MI POSDATA. Vuelvo al politiqueo patrio. Leo a María Peral en El Español.

Junqueras podrá ser candidato en las generales de 2023 si Pedro Sánchez rebaja la sedición a 5 años

El abaratamiento del delito en ese rango beneficiaría más al líder de ERC y a Marta Rovira que a Carles Puigdemont, que tendría que ir a prisión. La rebaja de la pena al delito de sedición prometida por Pedro Sánchez no beneficiaría tanto al expresidente catalán Carles Puigdemont como al presidente de ERC, Oriol Junqueras, y a su secretaria general, Marta Rovira.

Junqueras candidato de Esquerra Republicana en las próximas generales y de ahí otra vez al Congreso.

¿A que ahora vamos entendiendo todo mucho mejor?