La tauromaquia se ha convertido en un auténtico ariete político. ¡Ojalá! vuelva a ser lo que es desde el punto de vista cultural y artístico, económico, social y medioambiental. Vuelven los toros a la plaza de Las Ventas, a Sanlúcar de Barrameda, a Toledo.

No sé qué impresiona más: si Las Ventas completamente llena o absolutamente vacía.

Lo dicho: Vuelven los toros, poco a poco. Ojalá pronto vuelvan a su sitio y dejen de ser política.