Un Gobierno grogui y un presidente lastre que va desnudo. Curioso fenómeno éste: Los socios han sido un lastre para el Gobierno. Pero es que ahora, Sánchez es un lastre para los socios. Son el cuadro de los garrotazos de Goya.
Podemos, Esquerra y Bildu son los socios imposibles. Ahora, Sánchez es el socio insoportable de todos. Y ahí está el PNV tirándose de los pelos arrepintiéndose de su traición.
Tal es la dependencia uno de los otros y viceversa que se agarran entre sí como los boxeadores groguis, esos que se han dado tantas leches que ya no se aguantan de pie y se abrazan para no caer K.O. los dos a la vez a la lona.
Es como el cuento de Hans Christian Andersen. "El traje nuevo del Emperador". Pero nadie se atreve a decírselo. "El Rey va desnudo". "El presidente va desnudo" pero no se lo dicen ni los socios, ni los súbditos, ni las súbditas.
Ni les súbdites. Nadie se atreve.