En estas que que reaparece Puigdemont, el pájaro y cobardica que está de vacaciones permanentes en Bruselas, diciendo que socialistas, en nombre del PSOE le han ido a ver y contactado con él para decirle que serán magnánimos, que se portarán bien en el caso de que vuelva a España. Ya sea por la rebaja del delito de sedición, los indultos cuando correspondiesen...
Lo que sea con tal de tener al Falcon aparcado en la Moncloa y seguir en el machito. Ya sea con presos terroristas, con indultos a los golpistas, con premios, con chaveo...
"Mira la bolita, dónde está la bolita". Esa era la trampa para Feijóo y no cayó en el tipo por un pelo. Literalmente, porque María Jesús Montero, la ministra de Hacienda, lo soltó en el debate de Presupuestos. Toda locuaz ella, como le caracteriza.
Por eso, no cayó Feijóo en el timo. Esa era la jugada. Pactar el Poder Judicial y al día siguiente, Puigdemont, como quien dice, en Torrejón. Y casi, casi, Sánchez, recibiéndole a pie de pista viniendo desde Bruselas en un avión de la Fuerza Aérea. Y si no al tiempo.