La decisión que ha tomado Enrique Iglesias en su vida que explica la separación con su padre Julio Iglesias

Expósito analiza el lado íntimo de Julio Iglesias y la relación con sus hijos y con Isabel Preysler junto a Ignacio Peyró, autor de un libre sobre el cantante

Enrique Iglesias y su padre, Julio Iglesias
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Paco Delgado

Madrid - Publicado el

4 min lectura

La relación entre Julio Iglesias y su hijo Enrique ha sido uno de los enigmas mejor guardados del mundo del espectáculo. Durante décadas, los rumores de rivalidad, celos profesionales y ausencias familiares han alimentado la leyenda de una fractura irreparable. Sin embargo, en una entrevista en La Linterna de COPE con el escritor Ignacio Peyró, autor de 'El español que enamoró al mundo: Una vida de Julio Iglesias' (Libros del Asteroide), se arroja luz sobre el momento definitivo que marcó la separación entre ambos: la decisión de Enrique de emprender su carrera musical sin el apellido, el respaldo y, sobre todo, la sombra de su padre.

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 El germen del conflicto entre Julio y Enrique

En 1995, un joven Enrique Iglesias, entonces de 20 años, grabó su primera maqueta con Si tú te vas, una canción que envió a discográficas bajo el pseudónimo de "Enrique Martínez" y una nacionalidad guatemalteca falsa. El dinero para el proyecto se lo prestó Elvira Olivares, su antigua cuidadora, quien había sido como una madre para él durante su infancia en Miami. Cuando Julio descubrió que su hijo quería ser cantante, la reacción fue devastadora: "¿Qué haces? ¿Tú estás loco? ¡Yo sé de esto, no vas a conseguir nada sin mí!", le espetó por teléfono.

Para Enrique, aquel fue el punto de no retorno. "Hice las maletas y me fui de casa. Durante diez años no tuve contacto con mi padre", confesó años después. La negativa de Julio a aceptar su independencia artística no era solo una cuestión de ego: "Julio se sintió herido en su orgullo. Creía que Enrique debía entrar en la industria de su mano", explicó Alfredo Fraile, exmánager del cantante 14. Pero el éxito de su primer álbum —un millón de copias vendidas en tres meses— demostró que Enrique no necesitaba el apellido Iglesias para triunfar.

 La competencia con Enrique Iglesias  

La rivalidad escaló hasta convertirse en un espectáculo mediático. En 1998, durante los American Music Awards, Julio arrebató el premio al Mejor Artista Latino a su propio hijo. "Sobre todo, quiero decirle a mi hijo que, mientras siga subiendo a los escenarios, seguiré compitiendo con él", declaró desde el podio. Enrique, sentado en la platea, respondió años después con una frase reveladora: "Siempre he querido vender más discos que mi padre, ser mejor artista que él".

Julio Iglesias pasea junto a sus hijos

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Julio Iglesias pasea junto a sus hijos

Esta dinámica tóxica se extendió a las entrevistas. Cuando una periodista sugirió que Enrique seguía los pasos de Julio, el cantante se rió: "¡No, qué va! Yo en eso soy un campeón", en referencia a su fama de Latin lover. Incluso en privado, Julio admitió su frustración: "Enrique es un chaval que no admite sugerencias. Siempre habla de cosas superficiales, como comprarse un avión".

 "Sufrí mucho, pero lo hice a mi manera"  

El distanciamiento no fue solo artístico, sino también geográfico y emocional. Enrique se mudó a Canadá, luego a Los Ángeles, y durante una década evitó cualquier contacto con su familia. "Regresaba al hotel y lloraba. Pensaba: ‘¿Qué estoy haciendo? He perdido a mi familia’", recordó. Pero su determinación era más fuerte: "Perseguía hacerlo a mi manera. Si hubiera compartido mi música con mi padre, quizá no habría sucedido".

Ignacio Peyró presenta su libro sobre Julio Iglesias en La Linterna

La Linterna

Ignacio Peyró presenta su libro sobre Julio Iglesias en La Linterna

Esta obsesión por diferenciarse llegó al extremo de rechazar duetos o colaboraciones. "Nunca ha venido a un concierto mío", admitió Enrique en 2019, aunque matizó: "Tenemos llamadas de dos horas que me hacen llorar". Para Peyró, esta paradoja define su relación: "Son como dos trenes paralelos que nunca se cruzan. Se admiran, pero no saben cómo convivir".

 El factor Anna Kournikova: la reconciliación imposible  

El nacimiento de los mellizos Lucy y Nicholas en 2017 marcó un punto de inflexión. Enrique, convertido en padre, comenzó a hablar de Julio con más empatía: "Ahora lo entiendo. Es mi padre y lo quiero con toda mi alma". Incluso hubo un intento de acercamiento en 2019, cuando una película conmovió a Enrique hasta llamarle: "Fue una conversación especial. Me reconfortó".

Pero la reconciliación total nunca llegó. Julio, ahora con 81 años y problemas de salud, ha descartado volver a los escenarios y, por tanto, cantar con su hijo. "Es una puerta cerrada", lamentó Peyró. Para Enrique, sin embargo, la verdadera reconciliación ya ocurrió: "No necesitamos un escenario. Sé que él está orgulloso, aunque no lo diga"

Hoy, Enrique repite con sus hijos el patrón que tanto le dolió: "Les pongo mi música y veo su reacción" 9, un gesto que contrasta con la ausencia de Julio en su infancia. "Nunca fui un padre apegado. Estaba siempre viajando", admitió el cantante. La ironía final es que ambos comparten más de lo que creen: la voz cuestionada, la reinvención musical, incluso el instinto para los negocios. "Enrique es una versión 5.0 de Julio", asegura Raúl López, exdirector de Sony. Pero hay una diferencia clave: "Enrique eligió ser padre presente. Eso es lo que Julio nunca pudo (o supo) hacer".

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