"El periodismo es servicio, y como Lolo, así intento vivirlo todos los días"

La Fundación Lolo lo ha celebrado por todo lo alto en Jaén los 15 años de la beatificación de Manuel Lozano, Lolo. Y también todos los que están comprometidos en el papel de los seglares en la Iglesia y el mundo, en el testimonio de fe que nos dan las personas con enfermedad y en la misión evangelizadora de los medios.

IRENE POZO: "UNA RESPONSABILIDAD ENORME"

La propia Irene Pozo ha compartido con Ana Medina cómo fue para ella recibir ese premio en 2017, qué significa Lolo desde entonces, en su trabajo y en su vida. También responden quienes han recibido ese premio en su primera y última edición. María Gómez es gallega de origen, pero vive en Madrid desde hace más de 20 años. Cuando fue Premio Lolo de Periodismo Joven, en 2010, trabajaba en Vida Nueva, donde estuvo 17 años de su carrera.

«Fue muy especial. Lo recibí con alegría. Pero sí que tengo que reconocer que fue una responsabilidad enorme pensar que mi trabajo podía merecer un galardón por delante de otras personas que luego han terminado siendo gente importante en el desempeño de la comunicación en la Iglesia. Creo que siempre me he intentado esforzar mucho por estar a la altura de merecer un premio que lleva el nombre de Lolo».

JAVIER ATTARD: "UNA AUTÉNTICA LECCIÓN DE VIDA"

Javier Attard es periodista en El Mundo, donde dirige El Mundo al Día, el podcast diario más escuchado de España. Fue premio Ondas en 2023 y ha recogido el Premio Lolo en su última edición esta primavera: «Es desde luego un honor. Lo es, esencialmente, por lo que significa Lolo, que además he descubierto gracias a recibir este premio y que va más allá, creo, de lo que hizo como periodista».

Añade que  «lo más importante que nos dejó, a mi juicio, es ese ejemplo de vivir con esperanza incluso cuando todo parece ir en contra. Y para mí eso es una auténtica lección de vida. Y desde luego, algo que nos recuerda con su legado es que el periodismo no solo es una profesión, sino que es esencialmente una vocación de servicio. Y yo, como él, pues intento vivirla así todos los días».

Los tres, Irene Pozo, María Gómez y Javier Attard, profesionales que hoy siguen honrando el legado dejado por Lolo. Que demuestran que se puede hacer un periodismo íntegro, pegado a la tierra, pero siempre con la mirada alta, para abrir a grandes horizontes, en una profesión tan golpeada. Para ellos, Lolo es, sobre todo, eso: verdad y ejemplo. 

«Lolo creo es la esencia de lo que debería ser un periodista y donde todos los periodistas deberíamos mirarnos.  No solo informar y contar historias, que eso es muy importante,  sino, a pesar además de las circunstancias, que en su caso eran muy complicadas, dar esperanza y transformar vidas, incluso en los momentos más difíciles.  Y por eso creo que Lolo es un referente, porque a través del periodismo él hizo todo eso», dice Javier.

MARÍA GÓMEZ: "LA ALEGRÍA EN MEDIO DEL DOLOR"

María Gómez destaca algo de sus dos aspectos fundamentales: «Del Lolo periodista, su compromiso con la verdad. Creo que es un ejemplo para cualquier informador y especialmente para los que nos dedicamos a la información religiosa, sin tener miedo a llamar a las cosas por su nombre.  Del Lolo persona me quedo con su ejemplo de fe y de alegría, ese santo de la alegría en medio del dolor.  Ya cuando la vida te va dando varios palos, sí agradezco tener ahí un modelo de persona que sufrió todo lo que sufrió y aguantó todo lo que aguantó con fe y con una sonrisa».

DECÁLOGO DEL PERIODISTA

Lolo vivió su compromiso cristiano como seglar en la Acción Católica, como periodista y cronista de la actualidad, como enamorado de la Eucaristía, como enfermo anclado a una silla de ruedas… con una sonrisa. Son muchos los que le quieren y que no dejan que su legado se acabe. Rafael Higueras, su postulador y amigo; la asociación Amigos de Lolo, su Fundación y muchos otros a quienes su nombre no se les borra de los labios, como los miembros de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España, desde la que nos habla Txomin Pérez. 

El delegado de Medios de la Diócesis de Palencia vivió su beatificación de modo especialmente vinculado a Lolo. Le tocó, nos cuenta, compartir testimonio como periodista y como joven de la acción católica en un acto que se celebró en la tierra de Lolo la víspera de la beatificación: «Yo me encuentro con Lolo pocas semanas antes de su beatificación y con el encargo de compartir mi testimonio como periodista y como joven entonces de la Acción Católica en un acto que se celebró en Linares la víspera de la beatificación. 

Desde entonces Lolo es un permanente modelo y ejemplo de cómo ser periodista y cómo ser cristiano también en el siglo XXI. El decálogo del periodista de Lolo me acompaña desde entonces y es una cosa a tener siempre a mano en este ejercicio nuestro de la profesión de comunicar y de comunicar lo que hace la Iglesia».