Te presento a Loreto. Una niña que nació hace cuatro meses en Madrid con una malformación: la holoprosencefalia, un defecto por el cual el cerebro del embrión no se desarrolla bien en el embarazo y el lóbulo frontal no se divide en las dos mitades habituales.

Los médicos se la diagnosticaron a Loreto en la semana 16 de gestación, y en ese momento aconsejaron a sus padres, María e Israel, que abortasen. “Su alteración no tiene tratamiento ni cura”, les dijeron... “y es incompatible con la vida”. Esta familia de 7 miembros que tantas ganas tenía de tener una niña rezaron y rezaron y el Señor les concedió esa gracia. Porque, a pesar del pronóstico de los médicos, Loreto sigue luchando por su vida cuatro meses después.

Y cada día junto a ella está siendo un regalo para su familia. A la madre, María, de 38 años, la acabamos de escuchar. Ella e Israel (su marido, 46 años), ya habían tenido 4 varones: Mateo, el mayor, de 12; Israel, de 11; Marcos, de 7; y David, el más pequeño, de 4. El embarazo fue complicado. Hemorragias continuas y reposo absoluto. Fue en la segunda ecografía cuando, además de decirles el sexo del bebé, los médicos les informaron de que Loreto no podría vivir.

A María e Israel les ofrecieron abortar en muchas ocasiones porque iba a ser un embarazo muy complicado. “Aborto terapéutico” lo llamaban los médicos. Hasta el punto de que tuvieron que pedir que no se lo ofreciesen más veces, porque los dos tenían muy claro que iban a tener a Loreto si eso era lo que Dios quería para ella. Y que, si llegaba a nacer, cuidarían de ella todo el tiempo que hiciese falta.

Loreto nació prematuramente. Para sorpresa de todos, su malformación no le impidió comenzar a respirar por sí sola. De hecho, para ser prematura vino al mundo con un buen peso: 1,81 kg... y eso que los médicos creían que iba a vivir solo unos segundos.

Ahora, todo es una incógnita. El caso de Loreto es tan extraordinario que los médicos no pueden darles un pronóstico a sus padres. Lo normal para una holo-pro-sen-cefalia, es entre 6 meses y un año de vida. Pero cada caso es un mundo, Natxo.

Por eso, María, Israel y los cuatro hermanos de Loreto quieren dar las gracias a todos los que han estado a su lado, apoyándolos y rezando por ella. Dice la madre, que durante un embarazo tan duro, lo peor es cuando ves que la persona que tienes delante te transmita sus dudas sobre si debes tener el bebé. Cuatro meses tiene ya Loreto.