Irene Pozo: "El Niño que va a nacer está más cerca que nunca de todos los que tanta dificultad están pasando"
La directora de 'La Linterna de la Iglesia' reflexiona sobre la importancia de no distraernos de lo que realmente significa la Navidad

Irene Pozo: "El Niño que va a nacer está más cerca que nunca de todos los que tanta dificultad están pasando"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ahora si que tenemos encima la Navidad. Escuchaba esta mañana a un niño que contaba que estaba nervioso porque este año era el encargado de colocar al Niño Jesús en la cuna la noche del 24.
Y una se para a pensar en esa emoción que muchos vamos perdiendo según vamos creciendo y no debería ser así. Quizá las ocupaciones del día a día, el vivir tan rápido, las dificultades que nos deja este tiempo, se encarguen de distraernos de lo que realmente significa la Navidad.
Jesús, el Hijo de Dios, llegaba a la historia en un momento concreto para iluminar y llenar de esperanza a la humanidad. Cómo no revivir este acontecimiento tan bello y que se hace tan necesario en el tiempo que nos ha tocado vivir. Porque el Niño que va a nacer está más cerca que nunca de todas las personas que tanta dificultad están pasando.
Llega la Navidad, llega la luz, la ilusión, la esperanza, la alegría… Si miramos a nuestro alrededor hay muchas cosas que nos recuerdan que realmente es un tiempo de vida y amor. Por ejemplo, lo tenemos en los Belenes, sus escenas, sus figuras; las felicitaciones con palabras o con esas imágenes tan bellas que recibimos estos días; los villancicos que sin darnos cuenta incluso tarareamos; o sin ir más lejos, en esos niños que estos días reparten estrellas por las calles de nuestras ciudades para recordarnos que ‘Jesús nace para todos’.
Yo de niña fui sembradora de estrellas. Recuerdo las pegatinas que eran doradas -ahora son de muchos colores- y salíamos de la parroquia a cantar villancicos y a felicitar la Navidad. Y yo me empeñaba en colocarle la pegatina con forma de estrella a esos adultos que pasaban sin mirarte, con cara de pocos amigos, o siempre corriendo.
Una tradición y una iniciativa preciosa que se mantiene con los años -nació allá por el año 77- y que el parón de la pandemia no ha impedido que este año regresen a las calles esos niños y niñas que con tanta ilusión reparten estos días 4 millones de estrellas para recuperar el sentido de la Navidad. Felicitan la Navidad de parte de los misioneros. Y es que ellos, nuestros misioneros repartidos por toda la tierra, saben bien lo que es llevar el sentido de la Navidad a esos lugares donde apenas conocen a Jesús.
Es un poco una misión de todos, en especial de quienes tenemos la certeza de que este Niño que va a nacer viene a no soltarnos la mano. Ojalá que seamos capaces de dejarnos sorprender y acompañar por Él, y le acojamos con la misma ilusión con la que los niños viven la Navidad.



