Irene Pozo: "Cuesta asimilar una guerra en la Europa del siglo XXI"
La directora de 'La Linterna de la Iglesia' reflexiona sobre las consecuencias del conflicto bélico en Ucrania, tras el comienzo de las operaciones rusas

Irene Pozo: "Cuesta asimilar una guerra en la Europa del siglo XXI"
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Si hay algo que me ha sacudido hoy tremendamente es la imagen de quien sufre en primera persona la dureza de lo que se vive en Ucrania. Un padre se despide de su hija entre lágrimas y sollozos. La pequeña marcha a un lugar seguro, él se queda combatiendo en el frente. Rompe el corazón pensar que quizá sea la última vez que se abracen. No hay consuelo. Es la impotencia de la guerra. Cuesta asimilar una guerra en la Europa del siglo XXI. Parece increíble que tras el sufrimiento vivido en la pandemia, ahora pase esto…
Ucrania es un país que viene sufriendo desde hace tiempo. El conflicto entre Rusia y Ucrania se remonta al año 2014 y aunque a finales de 2015 parecía que la cosa se calmaba, la situación de inestabilidad y la amenaza armada incesante daban paso a una situación de mucha vulnerabilidad en la población. No sé si recuerdas aquella colecta extraordinaria que las iglesias católicas de Europa llevaron a cabo en 2016 para ayudar al pueblo ucraniano, la situación entonces estaba lejos de mejorar. Cáritas Internacional mostraba estos días su preocupación por el impacto del conflicto en una población que ya vive en condiciones críticas ocho años después del inicio de la crisis que mató a 14.000 personas y desplazó a millón y medio.
Nos olvidamos que detrás de todo esto hay personas, hay familias, hay vidas… Probablemente, la niña que se despide de su padre ahogada por el llanto, no tenga más de 8 o 10 años. No ha conocido otra cosa que una vida marcada por la guerra, el hambre, la pandemia.
Son muchísimas las personas que se están viendo obligadas a abandonar su país debido al conflicto. Europa se prepara para acoger a todos los desplazados. Ojalá que así sea y como recordó hace unos días el Papa Francisco, que “las naciones europeas sean conscientes de sus raíces cristianas para que se anime el espíritu de reconciliación, de fraternidad y de solidaridad entre los países”. Rezamos por Ucrania, hoy muy presente en este programa.



