Irene Pozo: "Contemplar el Belén nos ayuda a dar sentido a todo lo que nos rodea"

¡Feliz día de la Inmaculada!. Qué día tan bonito. Yo despertaba esta mañana con una felicitación muy especial por ser madre. Como la Virgen que hoy nos abraza especialmente a todos sus hijos.

En este día de la Inmaculada seguro que muchos han aprovechado para montar el Belén. No se si sabes que hace 800 años, en 1223, San Francisco de Asís hizo la primera representación del nacimiento de Jesús y desde entonces se ha convertido en una tradición en todo el mundo. Una tradición preciosa, que pasa de generación en generación y que en este tiempo de Adviento nos ayuda a preparar con sentido y significado la Navidad.

Porque basta contemplar cada una de sus figuras para situarnos en aquellos días, donde el nacimiento de un pequeño iba a cambiar el mundo. Un mundo que hoy nos aprieta y que vive ajeno al hecho religioso. Porque nuestra sociedad, como recuerda el cardenal Omella en una maravillosa carta publicada estos días en torno a las vocaciones, tiene un gran desconocimiento de Dios.

Si fuéramos capaces de entender lo que significa este momento para el que nos estamos preparando, ese acontecimiento que es el nacimiento del Hijo de Dios, una de las cosas más bellas y más importantes de nuestra historia, entonces seríamos también capaces de ver la luz en medio de tantas dificultades.

Contemplar el Belén es algo que nos ayuda a dar sentido a todo lo que nos rodea. El Papa Francisco publicaba hace unos años la carta ‘Admirable signum’ sobre el significado y el valor de esta tradición cristiana que hace un recorrido precisamente sobre cada una de las escenas y figuritas. Una delicia que hoy te invito a poner en práctica.

Y especialmente, en este día de la Inmaculada Concepción, contemplar muy especialmente a la Virgen. Quien mejor que Ella, como madre, como esposa, como mujer, va a entender nuestras preocupaciones. Y quién mejor que Ella para mostrarnos el camino hacia Jesús, la esperanza de este tiempo. Feliz Adviento.