Estudia mientras trabaja en dos empresas: "No llego a 900 euros al mes"
Por la Jorndada del Trabajo Decente, Natxo de Gamón te cuenta la historia de Joseba, un joven de 27 años que comparte piso en Alicante

Estudia mientras trabaja en dos empresas: "No llego a 900 euros al mes"
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Hoy, viernes 7 de octubre, se celebra la Jornada Mundial por el Trabajo Decente y distintas organizaciones de la Iglesia se unen, por octavo consecutivo, para reivindicarlo.
Joseba tiene 27 años, vive en Elda (Alicante) y es miembro de una de ellas, la JOC: la Juventud Obrera Cristiana. 40 horas semanales con las que no es posible conciliar una vida profesional con la familiar o personal.
A sus 27 años, Joseba no ha podido terminar aún el grado de Educación Social en el que lleva matriculado dos años porque no tiene el dinero suficiente para dejar de trabajar y dedicarse en exclusiva a sus estudios.
De hecho, tiene que compaginar dos empleos con los que apenas junta 900 euros al mes. Los fines de semana y los festivos es monitor en un centro de personas sin hogar. Eso lo complementa con la ayuda que presta en un taller de chapa y pintura donde ejerce, cuando se lo piden, de administrativo.
Son los dos trabajos que tiene que desarrollar para llegar a fin de mes y poder pagar el alquiler de un piso compartido.
Te recuerdo: 900 euros con dos trabajos. Con esa cantidad paga la mitad del alquiler de un piso de 50 metros.
Joseba conoce perfectamente el concepto de precariedad laboral y no solo por su experiencia en primera persona, que ya es un buen ejemplo de las dificultades que encontamos los jóvenes... sino también por los casos de sus padres.
Ella ha pasado 40 años trabajando como limpiadora. Él, es un albañil que se vio obligado a reconvertirse en vigilante de seguridad a raíz de la crisis inmobiliaria de 2008.
Eso, sus padres -que son mayores- pero los jóvenes –que son el futuro- no tienen un panorama por delante mucho mejor.
Joseba trabaja festivos y fines de semana. Estudia y trabaja por las tardes. Con esos horarios, prácticamente, no puede ver a sus amigos... salvo cuando tiene vacaciones. Y a su novia, como mucho, la ve dos veces al día: para comer y para cenar.
Por eso, Joseba pide participar en las acciones de esta Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Para poder tener una oportunidad.
        
                
                        
            
                    


