Javier Sánchez es párroco en Fuenlabrada, en Madrid, en la iglesia de la Sagrada Familia. Allí celebra misas, bodas funerales. Atiende a muchos grupos y en su parroquia además tiene a muchos jóvenes. Allí, en el día a día descubre la vida de la Iglesia.

Sin embargo, Javier acompaña cada semana a otra Iglesia, a una Iglesia entre rejas. Es el capellán de la prisión de Navalcarnero de Madrid desde hace ya más de 15 años.

18 años entrando cada semana en una cárcel....dan para mucho. Javier recuerda muchos y muchos rostros, muchas realidades, preocupaciones, historias de fracasos pero también de esperanza.

Una de las voluntarias que ayuda a Javier en esta prisión de Navalcarnero es Mónica. Junto a los presos realiza distintos talleres. A ella lo que más le impresiona de la cárcel es la valentía de muchos internos.

Durante el año 2022, la Iglesia colaboró en las cárceles prestando ayuda en más de 1.000 programas de atención presos. Estamos hablando de casi 2.500 voluntarios como Mónica que por toda España dedican su tiempo a ayudar a las personas que se encuentran internas en estos centros.

Otra voluntaria, en este caso de la prisión de Valdemoro de Madrid es Carmen Hernández. Lleva 27 años, desde que abrió esa cárcel, acudiendo todas las semanas para ayudar allí. Nos cuenta que cada día recuerda a muchos de los presos con los que ha compartido su vida.

Dice que algunos han llegado a ser como parte de su familia. Recuerda con mucho cariño la historia de un joven que se acercó a las misas que ella preparaba por curiosidad, como el que iba a otro taller más de los muchos que había.

Muchos presos que están en estas cárceles lo han perdido absolutamente todo. Sus parejas los han dejado, sus hijos ya no les hablan y la sociedad entera les ha dado de lado.

En medio de esa soledad, en esas periferias de las que habla el Papa Francisco....descubren un mensaje de esperanza que les llega gracias a la Iglesia, a los capellanes y a los voluntarios.

Estos presos no tienen libertad pero sí dignidad y una mano amiga que les recuerda que otra nueva vida es posible....incluso entre rejas.