Así son los 200 voluntarios de la Parroquia de las Flores en Sevilla
Antonio "El Manitas" siempre está dispiuesto a echar un cable y Maricarmen, la directora del coro, es además catequista desde que era adolescente

Así son los 200 voluntarios de la Parroquia de las Flores en Sevilla
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A media hora andando del centro de Sevilla nos topamos con esta parroquia de barrio obrero, Santa María de las Flores y san Eugenio Papa. Se encuentra precisamente en una barriada con nombre de Pontífice, Pío XII. Allí, el coordinador de la vicaría, Antonio, nos cuenta lo esencial que es para esta iglesia la generosa colaboración de sus casi 200 voluntarios, la mayoría jóvenes. Realizan todo tipo de labores, desde la de Antonio, que ha sido coordinador de catequesis durante 15 años y ahora está en el consejo económico ayudando a la persona responsable de la contabilidad, que tiene tiene 86 años. Un ayuda que nunca les viene mal a nuestros mayores a la hora de abrir un Excel, de enviar unos correos.
Una parroquia con mucha vida en la que aportan su tiempo personas de todas las edades; hay voluntarios que tienen desde 15 años hasta más de 85. Y a medio camino entre las dos edades se encuentra la directora del coro, Maricarmen, que participa en la parroquia desde los 13 y para la que el coro es su vida, pero no es la única labor que realiza. Otra de las principales es dar catequesis, algo que lleva haciendo desde niña como aprendiz, cuando iba con su guitarra, y que sigue haciendo para acercar el Evangelio a los más pequeños de su comunidad.
Eso es muy importante, colaborar con la parroquia no solo con nuestro tiempo, sino también con nuestras cualidades, como Antonio, otro de los voluntarios de esta parroquia, al que llaman "Manitas". Él no es del barrio de Pío XII, sino de un pueblo cercano a Sevilla, Castilleja de la Cuesta, y se dedica a montar cocinas. Un día apareció por allí el párroco a por una para la residencia de mayores de la parroquia y otra para el comedor social. Y desde entonces, este hombre no para de arrimar el hombro para lo que haga falta, ya sea finde semana o festivo. El Manitas se apunta a todo por una cuestión de fe.