Un año después de la JMJ de Lisboa, el encuentro sigue dando frutos: "Ha marcado el futuro"

Esta semana se ha cumplido un año desde que se celebró la JMJ de Lisboa 2023, la edición número 37 de un encuentro que reunió a más de un millón y medio de jóvenes junto al Papa Francisco en la capital portuguesa. Para recordar este aniversario y todos los frutos que han dado cada una de las historias que tuvieron lugar durante estas jornadas, en 'La Linterna de la Iglesia' hemos tenido oportunidad de hablar con el obispo de Santander, Arturo Ros, quien fue reelegido el pasado mes de marzo para continuar cuatro años más como presidente de la Subcomisión Episcopal para la Juventud y la Infancia integrada en la Comisión Episcopal para Laicos, Familia y Vida. Este departamento se ocupa del trabajo de delegaciones diocesanas, movimientos, congregaciones e institutos seculares que trabajan con los jóvenes en el ámbito eclesial.

"El sentimiento de los que acudieron hasta allí era de gozo, de alegría"

Hacer balance sobre el impacto que tuvo la JMJ tanto en la Iglesia universal como, de forma particular, en la española, no es tarea fácil, tal y como ha recalcado Mons. Ros: “Al final de la JMJ, el sentimiento de los que acudieron hasta allí era de gozo, de alegría y de entusiasmo por encontrarse con el sucesor de Pedro y eso ha marcado el presente y el futuro de estos jóvenes”.

Además, la presencia española fue mayoritaria durante estos días y la respuesta de los chicos para participar en ella fue asombrosa: “Se trabajó mucho desde las diócesis y las parroquias para motivarlos y el resultado quedó grabado en sus vidas, personas que volvían muy felices por la experiencia vivida”. Desde los distintos movimientos y delegaciones, Mons. Ros apunta que aún sienten gratitud por la experiencia vivida: “La JMJ es una experiencia de fe, de encontrarse con el Señor, de ser Iglesia y de escuchar y querer al sucesor del Pedro, eso marca la vida y después, la experiencia se lleva a casa, es una inyección de energía espiritual del que se benefician tanto ellos como la vida de la Iglesia”.

"Seguimos con tareas de formación y ahora tenemos los ojos puestos en el Jubileo"

Son muchas las historias de los jóvenes que gracias a estas jornadas han visto su fe y sus vidas transformadas, pero la tarea de acompañamiento continúa desde la Pastoral Juvenil para profundizar en esa labor: “Tenemos mucha gente joven muy buena, con ganas de entregarse y dar testimonio de su fe. Seguimos con tareas de formación y ahora tenemos los ojos puestos en el Jubileo que se celebrará en Roma el próximo 2025”.

Además, que los jóvenes se sientan acogidos es una de las tareas fundamentales de la Pastoral Juvenil: “Ellos se deben sentir comprendidos y deben sentirse protagonistas de estos encuentros, tienen capacidad, energía e ideas buenas y eso siempre crea ánimo”, afirmaba nuestro invitado.

La evangelización del Primer Anuncio es otro de los objetivos que se han fijado desde la Conferencia Episcopal Española y esto debe ser compatible con la coordinación de los jóvenes: “Es fundamental que tengan lugar espacios de encuentro, se trata de algo casi urgente, deben sentir la calidez de la Iglesia. También es importante sentir la presencia cercana de obispos y sacerdotes”.