Seguimos pendientes de la evolución de las dos niñas de 10 y 12 años que fueron atropelladas este jueves a la salida del colegio Montealto de Madrid. Un trágico accidente en el que falleció una niña de seis años.

Un accidente fruto de la fatalidad, de un error humano, pues la madre de unos alumnos de ese colegio que conducía un monovolumen automático, confundió la marcha.

Sin embargo, los atropellos en los colegios son más habituales de lo que pensamos. Si irnos muy lejos, hace dos días en el centro de Lugo fue atropellado un pequeño a la entrada del colegio. Y unos días más atrás, el pasado 27 de octubre, dos menores resultaron heridos por un atropello en un paso de cebra cercano a un colegio de La Línea de la Concepción, Cádiz.

Cada día, 8.216.000 escolares acuden al colegio en España. Los mayores, a partir de los 13 años suelen ir solos al colegio; pero, son casi 4 millones de niños entre 3 y 11 años a los que los padres llevan a los colegios.

¿Y cuál es el problema? Pues, que la mayoría de las veces los llevan en coches y provocan una gran aglomeración de vehículos a las horas de las entradas y salidas de los centros escolares.

En España hay 28.000 centros escolares y la Policía Local vigila muchos de esos centros para que no ocurra lo de este jueves en Madrid y evitar que los padres aparquen en doble fila.

En ‘Herrera en COPE’ hablamos con Pep González, policía local de Palma de Mallorca que nos cuenta que allí no hay restricciones genéricas “se han implantado vías 30 como velocidad genérica en nuestras vías que ya abarcan el 90% de Palma y así se consigue pacificar un poco el tráfico urbano y aportar mayor seguridad”.

Para este policía, al igual que muchas personas, “la situación ideal es que los coches no se acerquen mucho a los colegios, pero no siempre se consigue. Intentar estacionar el vehículo lo más lejos del centro escolar”.

¿EXISTEN ALTERNATIVAS?

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¿Qué se puede hacer para evitar estas situaciones a las puertas de los colegios? En Madrid, en algunos colegios han puesto en marcha la iniciativa ‘Kiss & Go’. Se trata de dejar a los niños en una zona cercana al colegio donde hay un monitores que se encarga de llevar a esos niños al centro escolar y así evitar que los padres los lleven en coches..

Y, también, Santiago de Compostela lleva probando desde hace unos cuatro años otra opción. En este caso se llama ‘Colecamiños’ y nos lo explica Diego Aragunde, presidente del AMP del colegio público Pío XII. Los niños llegan andando al colegio tras una distancia corta y “los padres tienen instalada una app. Esos nuños llevan una pulsera con un chip que pasan por el lector cuando salen o entran en el colegio, y los padres reciben un mensaje”.

Además, “también se han adherido a esta iniciativa comercios locales por el recorrido que hacen los niños hacia el colegio por si hubiera algún problema”.

Y hay más, todavía porque los niños que utilizan este sistema tienen premio. Según nos cuenta Diego “cada vez los niños utilizan este sistema se les dan puntos que al final de curso pueden canjear en los comercios locales”.