Pedro Madera ha conducido cualquier cosa que lleve ruedas, viajero, periodista y amante de la naturaleza, dice que la libertad en autocaravana es incuestionable pero “ la furgoneta no te permite saltarte las normas.” Porque de hecho, hay muchas normas que cumplir antes y durante un viaje en furgoneta. Cuenta que “la velocidad cambia, y la predisposición es la de parar y disfrutar del camino. “

Algunos han pasado la cuarentena en esta casa rodante y trata de imaginarlo: “el confinamiento en una furgoneta debe de haber sido penoso, aunque haya furgonetas grandes, no lo recomendaría.” La COVID ha fomentado esta forma de viajar, “el mercado español estaba creciendo y se ha vendido muy bien el hecho de que son espacios muy fáciles de desinfectar.”

Algunas tienen baño, algunas son rehabilitadas, hasta vehículos de millones de dólares, toda una industria de carroceros que preparan esto. Pero lo importante que recomienda Pedro Madera: llevar poco, ropa polivalente, material para las aficiones y ser discreto.

La gran suerte de nuestro país, dice Madera, son las carreteras secundarias “vivimos tal necesidad de prisas que no llegamos a verlo.” En furgoneta se buscan destinos diferentes, “subir a miradores donde no existen los hostales, parar en un lugar donde ver las estrellas, o simplemente descansar y pensar.”

Si nos animamos a conducir al resto de Europa, en Francia no tienen camino de Santiago asique “se están inventando un sendero, la ruta de Stevenson, donde se pasa por sitios de quesos, arte románico”. En Italia su favorita es “descubrir Sicilia, por las novelas de Montalbano, por la comida, y con pueblos maravillosos”.

Las ciudades grandes son difíciles de manejar, asique lo mejor es perderse por lugares no tan populares, por ejemplo la costa de Holanda por el mar del Norte, en Alemania los lagos del sur de Baviera por carreteras pequeñas con espacio para autocaravanas, y así hasta llegar a Noruega, “que no se tarda tanto, y compensa ir en autocaravana porque los precios para pernoctar son más altos”.

Lo que quiere Pedro Madera, es que no se vea a los viajeros de autocaravana, como “una panda de vándalos o perroflautas” y advierte de uno de los problemas del sector: la proliferación de alquileres de caravanas como vivienda “debería legislarse, no son la vivienda del futuro y debemos evitarlo”.

¿Qué creen que se puede esperar de un recorrido con Pedro Madera y Carlos Herrera? Lo propone Goyo González, y Madera responde: “sería una opción pero tendría que hablar con mi endocrino, y necesitaríamos coche de apoyo para los dos, porque el remolque sería un transporte gourmet.”