Manuel Moix renunciaba este jueves a su cargo al frente de la Fiscalía Anticorrupción después de la polémica sobre su participación en una sociedad familiar radicada en Panamá.

En 'Herrera en COPE' Moix ha recalcado que la decisión de dimitir obedece a motivos personales, “es cuestión de proteger a mi familia que no tiene porqué estar sometida a la presión de los medios de comunicación”. Además con su dimisión también intenta proteger a la Institución ya que considera que “no es bueno que el fiscal esté en boca del todo el mundo”.

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Moix insiste en que la sociedad heredada de su padre está declarada, no ha incurrido en “ninguna ilegalidad, irregularidad ni existen incompatibilidades”.

"Mi decisión ha sido plenamente voluntaria"

El ex fiscal Anticorrupción ha señalado que la decisión de dimitir la ha tomado “de forma voluntaria, obligada por las circunstancias y en contra del criterio del fiscal general de Estado, que entendía que no existía ningún motivo para tomara esta decisión”.

Con un mandato breve de tres meses, Moix se ha visto obligado a presentar su renuncia irrevocable después de esa última polémica, aunque su escaso trimestre en la dirección de la Fiscalía Anticorrupción no ha estado exento de críticas a su gestión desde un amplio espectro de la política y la judicatura.

Ahora, Moix volverá al Tribunal Supremo, de donde salió cuando fue nombrado, y será la teniente fiscal Anticorrupción, Belén Suárez, la que asuma sus funciones de forma provisional hasta que Maza nombre a un sustituto.