15 de agosto de 2021. En esta fecha, Kabul cayó en manos de los talibanes, lo que supuso un cambio de régimen en Afganistán. Un año después, el periodista Mikel Ayestaran se encuentra en el país y ha contado en 'Herrera en COPE' cuál es la situación de los afganos.

El periodista describe con dos palabras la situación que se vive en el país: "Miseria y desesperanza". "Afganistán ya era un país pobre que dependía de la ayuda internacional, que en este año se ha congelado, por tanto ya no es pobre, es miserable. Aquí hay hambre. La máxima preocupación que tienen los afganos en el día a día es si van a tener para comer o no. Y desesperanza porque se han dado cuenta de que esos 20 años de presencia internacional implantaron un sistema democrático que era una pura ficción y ahora se han dado de bruces con la realidad", ha narrado.

Los talibanes presumen de seguridad en el país, pero, ¿cuánto de cierto tiene esto? "Cuando tienen que anotarse un punto es el de la seguridad, es cierto que ahora podemos conducir por el país, cosas impensables en los 20 años de presencia internacional. Antes eran los propios talibanes los que hacían imposibles estas acciones. Ahora mismo la gente que cometía los ataques está en el poder y controla la seguridad", explica.

Ante la pregunta de cómo le miran como informador internacional, Ayestaran ha explicado cómo ha cambiado su perspectiva un año después: "Es una de las grandes diferencias respecto hace un año. Antes estaban abiertos a que les acompañaras, te abrían las puertas de los ministerios, podías ir incluso a los aeropuertos. Estaban con el primer momento de naturalidad cuando hay un cambio de régimen. Ahora no, es cada vez más complicado. Se han vuelto más opacos y son conscientes de que la presión crece sobre ellos, lo hemos visto con las mujeres, hemos presenciado una manifestación y temen que otros sectores se echen a la calle".

Por otro lado, las libertades de las mujeres se han visto restringidas, aunque algunas siguen saliendo a la calle para intentar recuperarlas: "Se me acaban los calificativos para defender el papel de las activistas, valientes es poco. A pie de calle, cara a cara con unos islamistas que les recibieron a tiros al aire y también al suelo. Han perdido todos los avances que habían tenido en dos décadas. Las escuelas de secundaria siguen cerradas para las mujeres. Hay un movimiento que me lleva a tener esperanza y lo que piden es muy básico, justicia, pan y trabajo. Al menos vemos como sí están trabajando y el mensaje que nos envían es desolador", apunta el periodista.

Por último, ha explicado cómo se recuerda el 15 de agosto de 2021, tras hablar con afganos que lo vivieron en primera persona: "En esta fecha Murió una de las grandes promesas del fútbol afgano, fue uno de los que entró como pudo hasta la pista del aeropuerto y uno de los aviones que estaba ya en marcha, consiguió agarrarse y cayó al vacío. He podido estar con su hermano y me decía,"imagínate el miedo y el odio que tenemos para que mi hermano hiciera eso"".