“O eres un camaleón o te mueres”. Y lo dice con conocimiento de causa. El periodista Miguel de los Santos ha vivido de todo en la radio y la televisión. Ahora dedica su tiempo, y su creatividad, a la publicidad. “Me gusta el desafío de hacer de la publicidad información”.

Y es que es difícil pedirle a Miguel de los Santos que no haga las cosas con determinación. Estuvo en los juveniles del Real Madrid, juega al tenis desde que dejó de entrenar al fútbol, y dice que sigue saliendo 1 hora y media “a hacer jogging. Es mi hora y media sagrada”.

Presentó programas musicales que son el antecedente de Operación Triunfo, entrevistó a grandes figuras de la cultura, y si tuviera que echar en falta sería la música: “Me gustaría darle a los espacios de opinión un poco de ligereza insertando la música”. Porque en todos estos años de profesión, la música “me ha enseñado a entender mejor el mundo”.

En sus memorias están sus conversaciones con Adolfo Suárez, su admiración por Nino Bravo o Julio Iglesias y su insistencia con un director de programa, para ponerle palabras a la radio de medianoche. Sin embargo la etapa que más añora De los Santos es “la de reportero recorriendo América, dando muestras de un mundo que nadie conocía”. Un mundo donde era asombroso “no encontrarse con ningún pasaporte español."

Carlos Herrera le pide una palabra para Bobby Deglané: “El único”. Para José Luis Pecker: “Torrente de pasión”. Joaquín Prat: “simpatía con piernas”. Luis del Olmo: “El inventor”.

Dice Miguel de los Santos: “¿No me preguntas por tí?

Herrera duda, remolonea, y finalmente dice: “¿Carlos Herrera?

El periodista contesta: “El hallazgo”.