En estos tiempos de incertidumbre, con la amenaza de la una nueva recesión en ciernes y el paro aumentando otra vez, las oposiciones se han convertido en una apuesta segura a la hora de encontrar un trabajo. De los 77.000 empleos que generó la economía española entre julio y septiembre, más de 52.000 se concentraron en el sector público, es decir, 2 de cada 3 puestos de trabajo creados son de empleado público. Esto hace, por un lado, que los jóvenes estén dispuestos a sacrificar su vocación por la estabilidad que da un puesto de funcionario. Pero, además, para los mayores de 50 años las oposiciones se están convirtiendo en muchos casos en la única forma de volver al mercado laboral.

El grueso de los opositores está entre los 36 y los 50 años, son casi la mitad de todos los que están intentando acceder al sector público. Después, está el tramo de edad comprendido entre los 26 y los 35 años, que reprenta a 1 de cada 3 opositores. Pero el grupo que más está aumentando son los mayores de 50 años. En el 2019 no llegaban al 5% y hoy ya son el 12% de todos opositores que hay en nuestro país. Un fenómeno que están notando los preparadores de oposiciones. Y, ¿por qué ocurre esto? La explicación es muy sencilla y dramática. De los casi tres millones de parados que hay en España, más de 850.000 personas, es decir casi el 30%, tienen más de 50 años. Son además parados de larga duración, es decir llevan más de dos años intentando encontrar un empleo pero nadie les contrata. Y la peor parte se la llevan las mujeres. Hay 470.000 desempleadas. Además de la situación económica, la pandemia también ha disparado el número de opositores. El 40% de los que se preparan llevan menos de un año en ello, un 30% más que en el año 2019. Muchos de ellos son personas sin una titulación superior, de ahí que las plazas más demandadas son las más bajas en el escalafón de la administración.

Tener un puesto fijo para toda la vida es la motivación de 9 de cada 10 opositores y aquí no hay diferencias por edad: da igual si tienes más de 50 años o menos de 20. En 'Herrera en COPE' lo hemos comprobado con dos ejemplos de la misma familia: Pilar Lozano tiene 57 años y acaba de aprobar la oposición para celadora en el hospital de Zamora. Y, animado por el éxito de su madre, Pablo de 17 años, acaba de comenzar a prepararse una oposición para auxiliar administrativo. "En el momento que vas pensando que tienes que ir a un plazo largo ya y ya tienes que ir empezando en un futuro, ves que se van acercando los 18, vas acercándote a todo, y tienes que ir diciendo, 'algo fijo'. Y, después, que quiero ya hacer lo que yo quiera, por ejemplo estudiar. Pues sabes que por la mañana, con tu plaza fija son ocho horas y por la tarde te puedes dedicar a lo que tú quieras", explicaba el joven Pablo, añadiendo que tenías ahí "tu sueldo fijo" y "no dependes de nada como un autónomo que sabe que tiene que echar sus horas".

Por su parte, su madre Pilar ha asegurado que si algo se quiere, se puede: "Nadie te lo va a regalar. Entonces si lo quieres, tienes que pelearlo y para eso tienes que demostrar que lo sabes, o sea que hay que estudiar y estudiar", comentaba y agregaba que su hija -ya que en casa son cuatro- también se había animado a opositar, después de haber hecho magisterio. Sin embargo, el marido es el único que se ha quedado al margen de esta fórmula para conseguir un trabajo estable. En principio, el examen de Pablo está previsto en mayo.