Este lunes 25 de julio de 2022, día de Santiago Apóstol, Patrón de España, se conmemoran los 30 años de la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Este mismo día de 1992 tenía lugar la ceremonia de unos Juegos que colocaron a nuestro país en el centro de todas las miradas.

Unos Juegos que ilusionaron a los españoles, en los que España consiguió el mayor número de medallas siendo nuestros mejores Juegos, deportivamente hablando, de nuestro país. Una Barcelona 92 que permanece en la memoria de todos los que lo vivieron y de la que todos recuerdan algún momento especial, como es el caso del director de ‘Herrera en COPE’Carlos Herrera que no ha querido dejar pasar la oportunidad de recordar en este día tan especial aquellos Juegos Olímpicos Barcelona 92. Además, unos Juegos que vivió y cubrió como periodista.

JJOO Barcelona 92: “Una ceremonia de inauguración modélica y fascinante”

Empieza recordando Herrera la noche de la ceremonia de inauguración, “aquella era una noche lógicamente de calor en Barcelona, ese calor de Barcelona húmedo, pero era una noche espléndida. La noche del día de Santiago de cuando hace años se celebraba también la verbena de Santiago, la noche anterior igual que la de San Juan o la de San Pedro".

"Y aquel día se formalizó un compromiso con la autoestima de los españoles, se transmitió y allí estábamos Agustín Castellote y yo en los palcos de prensa, se puso en marcha una ceremonia de inauguración modélica, extraordinaria, fascinante La Fura dels Baus y todo lo que complementó: los tenores, los bailadores, las organización, la coordinación y luego el sorprendente lanzamiento de la antorcha que pasara por encima del pebetero, con todo el estadio un poco en un ‘¡ay!’ por si aquello no salía bien”, relata Herrera.

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“Los españoles nos dimos cuenta de que éramos capaces de hacer cosas tan buenas como la de aquella noche en Barcelona”

Destaca Carlos Herrera que “fue un alimento para la autoestima de los españoles que nos dimos cuenta que efectivamente éramos capaces de hacer cosas tan buenas como la de aquella noche en Barcelona”.

“Fue una larga ceremonia que me resultó inolvidable y que luego fui recordando a medida bajaba la montaña de Montjuic andando y por las escaleras automáticas hasta la Plaza de España. Plaza de España, nunca mejor dicho”, dice Carlos.

Y concluye Herrera “nostalgia del 92, con muchas razones para tenerla”.