Ana Belén tiene mucha vida que contar en su nuevo disco. Desde aquellos comienzos en la calle Oso, en el barrio madrileño de Lavapiés, hasta ahora. “A veces sigo paseando por esa calle, y veo cómo ha cambiado todo. Lo bueno es que el cine donde solíamos ir, ahora es el Teatro Pavón Kamikaze”.

Dice que “el balance ha sido mejor de lo que esa niña podía esperar”. Y es que no es justo decir que Ana Belén lleva 11 años sin publicar disco, porque en esos años “no he parado de hacer cosas”. Entre películas, conciertos homenaje, televisión y este disco, “Vida”, en el que asegura que “quiero contar historias, porque una canción es como una obra teatral de 3 minutos, en el que yo soy el vehículo transmisor”.

Ella se define como una “intérprete que asume absolutamente las historias y me permiten seguir viva”. Y confiesa sentirse agradecida cada vez que le proponen un nuevo proyecto. Detrás de todo, están los suyos: su hijo como productor del disco, “no se si es más exigente pero es bueno que te saquen de tu zona de confort, y a mi me importa mucho que me exijan”.

Otro incondicional ha sido Víctor Manuel, que recordó en Herrera en COPE cómo se conocieron estando ella de espaldas. Ana Belén sonríe, y le confiesa a Carlos Herrera: “Estos compositores mitifican tanto. El no se acuerda nunca de detalles y que se los tengo que recordar yo”, pero está claro, que eso también es vida.

Recuerdos, olvidos, sonrisas y llantos. Canciones que sirven para contar historias, sobre lo mucho que te exige la vida.