Día de Navidad, media mañana. Álvaro Fraga, vecino de Ferrol, surfista y monitor del Club Natación Ferrol, se encontraba paseando a su perros hasta que una chica le avisó de lo que estaba ocurriendo en un edificio cercano: un niño pequeño se encontraba en la cornisa de la ventana.

Álvaro se puso bajo la ventana como nos cuenta en ‘Herrera en COPE’ y nos relata lo sucedido: “se trataba de un niño de unos 15 meses que estaba ajeno a todo, miraba a los perros, a la calle, correteaba por la cornisa y no sabía lo que ocurría”.

A Álvaro se le unió más gente, pero él fue quien iba tomando las decisiones como la de no hablar al niño para que no se fijara en ellos y se tirara. Otras personas intentaban avisar a la madre, que estaba en casa y se había despistado, de lo que estaba sucediendo para que cogiera a su pequeño.

Sin embargo, “en un momento el niño me miró con la mala suerte de que se resbaló”, cuenta Álvaro. Unos segundos de angustia de los que Álvaro recuerda que “el pequeño tuvo suerte porque había tendederos y porque pude cogerlo, aunque ni pensé en cómo iba a hacerlo”.

Y es que el pequeño cayó como cuando te tiras de pie a la piscina y eso facilitó que Álvaro pudiera cogerlo y evitar peores consecuencias. Como anécdota de esa angustiosa situación nos describe Álvaro lo que pasó después: “cuando ya tenía al niño en mis manos lo miré para comprobar que estaba bien. Resulta que llevaba el chupete puesto y debe ser que cuando se dio cuenta de que yo era un extraño, que no me conocía, se quitó el chupete y se puso a llorar”.

Afortunadamente Álvaro pudo salvar la vida de este pequeño el día de Navidad, un pequeño milagro para una familia que vivió ajena a este percance.