"Fue tan cómico que dio vergüenza, fue tan vergonzoso que resultó algo tragicómico"

Son las seis, las cinco en Canarias.

¿Qué tal? Buenos días. Saludos de Sergio Barbosa en nombre de la gente que hace posible Herrera en COPE, en este jueves 5 de junio de 2025, un día en el que tenemos a Carlos Herrera en su momento romero de la aldea del Rocío, en uno de esos acontecimientos que ya es una de las tradiciones de este programa. A la espera de que Herrera nos cuente qué tal ha ido la cosa por esos caminos de Doñana, hay que saber que el día se presenta mayormente con cielos despejados. Únicamente en Galicia y el Cantábrico se esperan lluvias durante gran parte del día.

Las temperaturas tienden a subir y en Andalucía llegarán a los 35 grados. Bueno, esta mañana lo difícil, lo complicado, es encontrar palabras o enfoques que no hayan sido ya demasiado trillados en las últimas horas. Palabras o calificativos para describir ese esperpento que ayer se vivió en un hotel de Madrid y que no sabemos si servirá para que la degradación política de nuestro país toque fondo de una vez. Si fuera así, si lo de ayer sirviera para empezar algo parecido a una catarsis, pues mira, ni tan mal, ¿no? Todavía tendríamos ese consuelo.

Hombre, de momento, esto ha servido ya para que el mascarón de proa de eso que se conoce como el PSOE más crítico, el PSOE con algo de vida propia más allá del sanchismo, haya pedido elecciones generales. Las había pedido Javier Lambán, pero al estar Lambán ya retirado, lo significativo es que ya las haya pedido también García-Page, que no es cualquiera, porque es el presidente de Castilla-La Mancha. Y Page lo que ha hecho básicamente es reconocer que teme como a la muerte que Sánchez se siga agarrando a esta agonía y que las generales acaben coincidiendo en 2027 con las autonómicas y municipales, y que, al final, paguen electoralmente justos por pecadores.

El caso es que incluso algunos socios —no todos— algunos socios del Gobierno han pedido ya a Pedro Sánchez que dé explicaciones y que no siga escondiéndose, porque el escándalo de las cloacas del PSOE en una operación contra la UCO no parece que sea muy sostenible en el tiempo, y menos después, efectivamente, del bochorno de ayer.

Con esa comparecencia de la fontanera del PSOE, que tuvo cosas del esperpento de Valle-Inclán, pero también del surrealismo de Buñuel y su pizquita de homenaje al cine de Berlanga, con esa mezcla entre comedia y tragedia, esa situación chusca que por momentos te hace sonreír por no llorar, que te arranca una sonrisa incrédula, pero que en el fondo no deja de esconder una honda preocupación por la degradación política que está sufriendo nuestro país.

Fue tan cómico que dio vergüenza, fue tan vergonzoso que resultó algo tragicómico, pero al mismo tiempo fue rotundamente cínico y de una tristeza absoluta. ¿Por qué? Porque el PSOE ha decidido tirar por la calle del medio, y se confirma que su estrategia pasa por esconder a Pedro Sánchez, esconder a la directora de la Guardia Civil por propagar bulos contra la UCO que luego ni siquiera rectifican, y por tratar de hacer creer a los españoles que la fontanera de las cloacas no era fontanera de ninguna cloaca.

Desde luego, así como maniobra, parece bastante temeraria. Y desde luego, al aire 10, es para que los expertos en comportamiento la estudien en profundidad, porque hay que estar hecha de una pasta muy especial para hacer lo que hizo ayer: para empezar, ese desparpajo tan tremendo para hacer de la necesidad virtud. “Hasta ahora ejercía yo como fontanera en las discretas y oscuras cloacas del PSOE. Ahora que me han pillado, convoco a la prensa y llego con media hora de antelación para dejarme fotografiar como si fuera una influencer”. Es decir, si me van a llamar fontanera, por lo menos que me saquen el lado bueno.

Así que, hecho el book de fotos, para estupor de muchos, pues comenzó la función. Y el aire 10 se colocó unas gafas, modelo años 50, como si fuera Clark Kent, y se puso a vender el pollino de que no es la Supermán de las fontaneras, sino una simple periodista de investigación que está escribiendo un libro. Y que, a pesar de lo que sale en las grabaciones, ni estaba buscando información basura para desprestigiar a la UCO con el objetivo de ayudar judicialmente al Gobierno de Sánchez, ni lo hacía en nombre del PSOE, ni comprometió a ningún funcionario público.

Es decir, da igual que las grabaciones hayan hablado de “los de arriba”, en un contexto en el que “los de arriba” sólo pueden ser los de arriba del PSOE y del Gobierno; da igual que asegurase que ya estaba en disposición de facilitar arreglos turbios con la Fiscalía; da igual que dejara claro que quería perjudicar a la UCO y a agentes como Antonio Balas. Todo eso da igual. Y el PSOE ha querido convencer a los españoles de que el PSOE no tiene nada que ver con la operación contra la UCO y que en Ferraz acaban de enterarse de su supuesta investigación contra la “malvada UCO” y los “malvados fiscales”, ahora que les ha dejado un dosier aprovechando que se ha dado de baja del partido.

Ese es uno de los puntos en los que Leire y el PSOE más nos tratan a los españoles como si fuéramos niños pequeños: decirnos que, si Leire se ha dado de baja del PSOE, pues que al PSOE ya no hay que pedirle cuentas de todo esto. Sería algo así como la magia de la desconexión militante. Es decir, yo me desconecto del partido y ya el partido se libra de dar cualquier tipo de explicación, y como esto es tan mágico, en cuanto la polémica haya escampado, me vuelvo a afiliar como militante. Que fue una de las confesiones que nos hizo así, tan ricamente. Es decir, en cuanto escampe, se acabó lo de “Leire no tiene nada que ver con el PSOE”.

De hecho, si los expertos en comportamiento psicológico tienen motivo para admirar el cuajo de Leire para hacer el paripé de ayer, los expertos en arte dramático ya le habrán recriminado a estas alturas que su actuación no fue perfecta. Y es que fue una de esas actuaciones un tanto sobreactuadas. Por más que intentó hacerse la periodista de investigación, lo cierto es que los ropajes de fontanera socialista le asomaron todo el rato por debajo del disfraz. Porque Leire fingió ser periodista, pero no pudo disimular lo muy sanchista que es.

Palos gratuitos a Peinado, defensa del fiscal general del Estado… claro, es mucho tiempo ejerciendo de fontanera como para pretender que en una mañana y tras haber preparado el papel con Santos Cerdán durante dos horas le fueran a dar un Óscar.

La cuestión es que el momento más kitsch de esta actuación tan surrealista vino al final de la misma, cuando Leire gritó a los cuatro vientos que ella no es ni fontanera ni cobarde. Solo le faltó decir que ella, como Melody, es una diva valiente y poderosa. Lo que pasa es que la que apareció a última hora como estrella invitada no fue Melody, sino Víctor de Aldama, y claro, eso fue ya el acabose.

De hecho, los hubo que en un primer momento quisieron pensar que Aldama había ido allí a arropar a Leire 10, una idea que era como para que te estallara la cabeza. Pero claro, a los pocos segundos se demostró que no, que Aldama había ido allí a reventar la comparecencia y a preguntar a la fontanera del PSOE, a grito pelado, qué tiene contra él para ir diciendo que dispone de material para demostrar que defraudó 140 millones en la trama de los hidrocarburos.

El resto, pues ya es historia de España, con Aldama increpando a Leire hasta que rompió el que faltaba en la fiesta: Pérez Dolset, que empujó a Aldama, y la cosa no fue a mayores de milagro. Fíjense: empresario metido en problemas judiciales contra empresario metido en problemas judiciales. Uno increpando a Leire y el otro haciéndole de guardaespaldas, como Kevin Costner con Whitney Houston. Y claro, aquí para entender esto hay que sacar el libro de instrucciones.

Pérez Dolset, además de guardaespaldas de Leire, es un empresario cercano al PSOE que lleva tiempo clamando venganza contra lo que él considera las cloacas del Estado, porque dice que el caso Villarejo le hizo perder mucho dinero y tal. Vamos, que se la tiene jurada al PP y le encanta hurgar en los trapos sucios de la trama Kitchen, por eso acabó de fontanero del PSOE, buscando trapos sucios primero de la UDEF y ahora de la UCO, con los que hacer ver que todo está podrido y que, de paso, así ayudará al sanchismo en sus pufos judiciales, a ver si el sanchismo le ayuda.

El problema es que la trama Ábalos lo complicó todo, porque ahí surge un empresario como Aldama, que, para aliviar sus problemas en el fraude de los hidrocarburos, le viene bien sacar las vergüenzas del sanchismo en el caso Ábalos. Aldama frente a Dolset: Aldama está implicado en los hidrocarburos y quiere usar la trama Koldo para reventar al Gobierno, y Dolset quiere proteger al actual Gobierno usando como palanca los hidrocarburos. Es decir, sus estrategias no coinciden en dónde meter el dedo y a quién proteger o perjudicar más.

Por eso los fontaneros socialistas fueron a tentar a Alejandro Hamlyn, que también está implicado en un fraude de hidrocarburos. Curiosamente, Hamlyn y Aldama comparten abogado: José Antonio Choclán, que es el mismo que defiende también al guardia civil imputado en el caso Koldo, Rubén Villalba. Curiosamente, todo esto está ya cuando los fontaneros del PSOE piden munición contra la AUCO a dos defendidos por Choclán: Hamlyn y Villalba, que, aunque sus casos sean diferentes en términos de defensa judicial, pertenecerían —vamos a decir— a la misma ganadería que Aldama.

O sea, podríamos decir que los oscuros fontaneros del PSOE no han tenido suerte con los defendidos por Choclán. De la reunión con Hamlyn los audios fueron filtrados. De la reunión con Villalba, las notas tomadas por el agente fueron filtradas. Y de postre, Aldama ayer les reventó el paripé de Leire periodista. No sé… a ver si es que las cloacas del sanchismo se creían más turbias y más listas que nadie, y se han encontrado con gente que es igual o más lista que ellos.

En fin, habrá que seguir el esperpento.