

"¿La situación de España está como para que el máximo responsable del país se tire 23 días al sol?"
El periodista desgrana las principales noticias de este lunes 4 de agosto
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Buenos días.
Desde las seis te venimos contando noticias en 'Herrera en COPE'. Te saluda Antonio Herraiz en medio de esta ola de calor. Qué cosas, ¿verdad? Una ola de calor en pleno verano... que nos va a acompañar hasta el domingo.
El fin de semana nos dejaba una imagen para la historia.
Una sola, no. Muchas. Porque el Jubileo de los Jóvenes, que se ha celebrado en Roma, nos ha regalado toda una secuencia de momentos que concluyen en una convicción: hay esperanza. Claro que la hay.
A ver, ¿qué líder político, qué artista internacional, qué cantante, o incluso qué festival —por grande que sea— es capaz de reunir a un millón de jóvenes en el mismo espacio, el mismo día? Y estamos hablando de un dato avalado por las autoridades de Roma. Solo con los que acudieron de forma presencial a la explanada de Tor Vergata, a las afueras de la capital italiana.
Porque es imposible calcular los millones de personas que siguieron la misa del Jubileo de la Juventud presidida por el Papa Francisco.
Entre los 13 millones de jóvenes llegados de todo el mundo —de todas las edades, de prácticamente todas las nacionalidades— los españoles han sido la delegación más numerosa, después, lógicamente, de la italiana.
Y aquí nos volvemos a hacer la misma pregunta: ¿qué o quién es capaz de mover a 30.000 chavales en pleno verano, en medio de sus vacaciones, para participar de un evento que tiene a Dios como el centro de todo? Pues lo han hecho con una fe sin complejos.
Y esa imagen de este domingo, o la del viernes, con una abarrotada plaza de San Pedro, tomada literalmente por los españoles, es una muestra de que, frente a la evidente secularización, se impone la esperanza.
Y esto hay a quien le molesta mucho.
Y son los que tratan de ridiculizar a los que han acudido durante toda la semana a Roma en un ambiente festivo. Y a estos, a los que les revienta esa imagen, es porque son conscientes de que el impulso es imparable, y va contra un movimiento woke que nos impone cómo tenemos que pensar... o lo que tenemos que querer (es decir, en nada).
Esto ya lo apuntó San Juan Pablo II: Se puede ser joven y moderno y, a la vez, profundamente cristiano.
Este Jubileo de los Jóvenes fue organizado por el Papa Francisco y le ha tocado presidirlo a León XIV, que ha dejado también en la clausura del jubileo frases para la historia:
"Mis queridos amigos, unidos a Jesús como los sarmientos a la vid, ustedes darán mucho fruto, serán sal de la tierra, luz del mundo, serán semillas de esperanza ahí donde viven: en la familia, con sus amigos, en la escuela, en el trabajo, en el deporte..."
Pues esta, sin duda, es la imagen de las últimas horas: la de un millón de jóvenes de casi 150 países diferentes, movidos por la fe.
Esto lo consigue un festival, no sé, de música, de teatro o de lo que sea, y nos tiramos hablando de ello días e incluso meses.
Por lo demás, ya tenemos a Pedro Sánchez de vacaciones en La Mareta.
Veintitrés días se va a tirar en esta residencia real de Lanzarote. Veintitrés días que pagamos entre todos.
Y tú, autónomo, que bastante tienes con pagar a los que están a tu cargo, que ves cómo la mitad de lo que facturas se te va en impuestos, haciendo malabares para cogerte libre una semana —si es que puedes—
Pero ni siquiera ese es el debate. No se trata de si Sánchez se merece esas vacaciones o no, si se las ha ganado o si tiene derecho a ellas. Porque su condición especial no contempla vacaciones. No están recogidas en la Constitución, tampoco tiene un contrato laboral. En fin, esto daría para un largo debate.
Además de terminar —que esto lo damos por hecho— con un bronceado de los que ya nos tiene acostumbrados otros años.
La oportunidad, que te decía.
¿La situación de España está como para que el máximo responsable del país se tire 23 días al sol? ¿Todo va sobre ruedas? ¿Tenemos ya presupuestos? ¿El precio de la vivienda es asequible? ¿Los españoles no han perdido nada de poder adquisitivo? ¿El desempleo no es un problema, porque no encabezamos el ranking de paro en la Unión Europea? ¿La inmigración está resuelta?
¿Todo está arreglado para que el capitán del barco se baje durante tres semanas y dos días? Pues eso es lo primero que tenemos que preguntarnos.
Sánchez ha dicho que su intención es la de presentar presupuestos. Primero tiene que hacerlo. Luego tiene que cumplirlo. Que llevamos dos años con los presupuestos prorrogados. Y luego tiene que aprobarlos. Con su debilidad parlamentaria.
Y, además de la oportunidad, está el para qué.
Durante su estancia en la isla —y esto es incluso más relevante— Pedro Sánchez tiene previsto reunirse con José Luis Rodríguez Zapatero y también con Salvador Illa.
El expresidente Zapatero ha recibido un encarguillo de Sánchez, que le va a obligar a hacer un paréntesis en sus tareas mediadoras con dictaduras como la de Maduro en Venezuela o la de Xi Jinping en China.
Alguien que está acostumbrado a negociar con Maduro o con Xi Jinping dirá lo de Puigdemont está comido.
¿Y cuál es la nueva misión de Zapatero? ¿De ZP? Pues aplacar los ánimos del fugado. Ese cometido de fontanería —sucia o fina, como la quieran ver— lo hacía hasta ahora Santos Cerdán. Pero Sánchez se ha encontrado con un pequeño problema: su secretario de organización está en la cárcel. Y eso es incompatible, claro está, con el forajido en Suiza, en Waterloo, o donde toque.
No te pierdas el resto del monólogo en el audio adjunto.