

El batacazo en el Congreso no hace más que confirmar la situación agonizante del Gobierno"
El comunicador desgrana las principales noticias de este 23 de julio
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Muy buenos días. Desde las seis te venimos acompañando en 'Herrera en COPE'. Te saluda Antonio Herraiz en este miércoles 23 de julio. Hoy tenemos que estar pendientes de las tormentas. ¿Dónde? En amplias zonas de Cataluña, en el norte de la Comunidad Valenciana y también en Navarra y Aragón.
Vamos con lo del pleno extraordinario del Congreso y la última derrota parlamentaria del Gobierno que le deja malherido. Retirada la ley Bolaños y asumido con resignación que la reducción de la jornada laboral no se la cuelan a los de Puigdemont, el único salvavidas para no salir con tres cornadas profundas era el decreto anti apagón.
Sin explicarnos todavía lo que realmente pasó el 28 de abril, sin que nadie, absolutamente nadie, haya asumido responsabilidad alguna por el colapso energético que dejó a España a oscuras, los que propiciaron el problema se presentaban como solución.
Pero el Gobierno se encontró con un enemigo inesperado, o no tanto. Su viejo socio de Podemos, que anda ocupado en desgastar a Sumar aunque sea pegándole una patada en el trasero de Sánchez. Lo habían anunciado, lo habían advertido, y Podemos, lo cumplió. Votó que no ese decreto antiapagones.
El mismo camino siguieron los de Junts, aunque por motivos diferentes a Podemos. El no al Gobierno es la forma de marcar distancia con Esquerra y de recordar a Sánchez que mientras el delincuente Puigdemont no pueda volver a España se lo van a poder difícil al Gobierno. Muy difícil. Incluso con la financiación privilegiada para Cataluña.
Después del no de Podemos, del 'no' de los siete de Junts, también del BNG, y de un diputado díscolo de Sumar, ¿qué hizo el PSOE? Recurrir al Partido Popular. Lo hicieron a primerísima hora, apoyándose en sus terminales mediáticas con titulares tan poco dirigidos ni dispuestos a condicionar como: el PP tiene en sus manos salvar el decreto antiapagón del Gobierno. O, energéticas y la industria presionan a los populares para sacar adelante la norma.
Si esa presión ha existido, que ha sido así, finalmente no surtió efecto. Y votaron que no. Y en el PSOE no señalan a Podemos, que forma parte del bloque parlamentario. No se dirigen a Junts, que son con los que negoció a escondidas en Suiza para mantenerse en Moncloa, Amnistía mediante. No. La culpa es del Partido Popular. Y es el discurso que ha lanzado Sánchez desde Uruguay para que lo repitan los suyos en España.
¿Y por qué no se adelantaron a lo que podía pasar y ha terminado pasando? Si tan necesario era ese decreto, anticipándose a que los suyos les dejaban tirados, ¿por qué no lo consensuó con el principal partido de la oposición antes de llevarlo? Eso no lo explica.
Y no deja de sorprender, los mismos que aseguraron y pontificaron que un posible apagón era un bulo, hayan tenido que improvisar de urgencia este decreto sin antes asumir responsabilidades.
¿Es necesario un decreto para que no vuelva a haber un apagón en España? Eso confirma que la situación no era tan perfecta como nos habían creído ver.
Pero lejos de asumir su derrota, el presidente prefiere presentar el resultado al pero.
Las leyes que se aprueban en el Congreso, no hay que examinarlas por su relevancia; no hay que valorarlas por las consecuencias que tengan en el día a día de los ciudadanos, ni si nos afectan más o menos o nos preocupa más o menos. No. Hay que medirlas al peso. Ni tan mal.
El batacazo de este martes en el Congreso no hace más que confirmar la situación agonizante del Gobierno. Y no solo es este decreto. O las leyes que tuvieron que retirar. Está atado de pies y manos, condicionado permanentemente por sus socios y sin presupuestos.
Quédate con este dato. Este viernes, el día de Santiago, Sánchez cumplirá en Moncloa 2.610 días, que a alguno se le habrán hecho como 20000. Pues la mitad de ese tiempo habrá sido con los presupuestos prorrogados. Es decir… Sánchez lleva ya más tiempo gobernando sin presupuestos que con ellos en vigor.
No te pierdas el resto del monólogo en el audio adjunto.