Miro la generosidad de Sánchez con la productora que ya ha grabado y ha comenzado el montaje del documental que, según el gobierno, se trata de un tema de Estado, en el que se podrá ver la España nueva, moderna y transparente, como la define Moncloa.

La transparencia de Moncloa

Esa productora, o su filial que para el caso es lo mismo, ha conseguido en los dos últimos años créditos ICO, banca pública, por valor de 20 millones de euros. Nada que objetar, salvo un pequeño detalle. Cuando la oposición preguntó sobre la presunta relación de quienes han grabado, lo que terminará siendo una serie, y en aras de esa transparencia de la que presume Sánchez, que nunca existió desde que alcanzó el poder con la ayuda de lo mejor de cada casa, ocultó este intrascendente dato.

Insisto en que no dudo de la profesionalidad de los directivos, al menos de algunos de ellos, pero no puedo ocultar mi curiosidad por saber si se trata de una serie, o simplemente de una hagiografía de un presidente que necesita desesperadamente atesorar la credibilidad que nunca tuvo.

Saldremos de dudas cuando se estrene, pero los encargados de prensa y propaganda, que tienen nombres y apellidos y un historial de sectarismo y favores pagados con regalías bien retribuidas, dudo mucho que no hayan metido la cuchara en las grabaciones y, ahora mismo, en el montaje.

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