El profesor José María Gay de Liébana analiza en'Herrera en COPE’ las claves económicas del día.

Permítame, Don Carlos, que penetre en el mundo de los admirados y queridos galenos, que usted tan bien conoce. Siempre es bueno someterse, aunque la idea no apetezca, a los pertinentes análisis que los médicos pautan para ver qué tal andamos y cada vez más a las pruebas del diagnóstico por imágenes. Así se pueden detectar los males que afligen al paciente o ayudan a descubrir focos infecciosos sobre los que actuar con prontitud. Es bueno que los economistas, emulando a los galenos y sanitarios, hagamos, además de los procedentes análisis, una ecografía, una tomografía axial computarizada (TAC) y una resonancia magnética sobre la economía española para calibrar sus síntomas enfermizos y así saber a qué intervenciones debe someterse y qué tratamiento seguir para que se ponga en forma.

Plantear la reconversión, reconstrucción, viabilidad y relanzamiento en aras del crecimiento potencial de nuestra economía puede sintetizarse en el siguiente decálogo, Don Carlos: mejorar nuestra productividad; diseñar la senda de la recuperación empresarial; reducir el paro y mitigar la precariedad del empleo; afrontar el desafío del envejecimiento poblacional; abordar políticas de inclusión; transitar hacia una economía verde; apuntalar un sector financiero saneado y resistente; encarar los retos estructurales de la era covid-19; erradicar el infeccioso tumor de la sostenibilidad de las finanzas públicas, en pro de lograr la consolidación fiscal; y considerar seriamente la ayuda de la UE-27, BCE y FMI, incluyendo el MEDE. Y para eso, se precisa seducción para atraer inversiones y mimar a capitales foráneos que recalen en España, lo que exige que prevalezca la seguridad jurídica y la estabilidad normativa, y mucha empatía del Gobierno hacia el empresariado, Don Carlos, condiciones y talante que hoy en España escasean.

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