La razón por la que un oyente de Carlos Herrera perdió su cuenta de negocios en Instagram: “Un cuadro de Goyo"

Las historias de estafas y hackeos de de los fósforos de Herrera en COPE

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Lo que le ocurrió a un oyente de COPE en su móvil "por seguirlos a ustedes"

Pilar Abad

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Mucho se habla últimamente de estafas, de hackeos de nuestras cuentas bancarias, de datos de nuestros ordenadores y móviles y de multitud de mecanismos que nos han traído las nuevas tecnologías.

Escucha al completo 'la hora de los fósforos' de 'Herrera en COPE'

Y es que todos somos vulnerables ya que, por lo menos, todos usamos un móvil no solo para hacer llamadas sino que está conectado a Internet y nos sirve como un pequeño ordenador. Móvil por el que también nos espían y por el que pueden acceder a todos nuestros datos y robarnos todo el dinero de nuestra cuenta bancaria, por ejemplo.

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¿Nos espían los teléfonos móviles?

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Y no es ninguna exageración, son historias que conocemos casi a diario en los medios de comunicación y casos reales como los de los ‘fósforos' de ‘Herrera en COPE’.

El pago de una factura a una empresa ‘equivocada’

José Antonio tiene una empresa de interiorismo y tras realizar el trabajo a un cliente y mandarle la factura, pasados unos días tuvo que llamarle para reclamarle el dinero que le debía. Cuál fue su sorpresa que cuando llamó al cliente “me dijo que ya me había pagado hace unos días y que me pasaba el justificante del pago”.

Cuando este oyente recibe el justificante observa que el número de cuenta al que ha hecho el ingreso no es el de su empresa y se lo comunica a su cliente. Lo que había ocurrido es que, como nos explica Juan Antonio “yo le mandé por mail un archivo adjunto con la factura en pdf, y mi cliente mando ese archivo a su empresa a través del móvil que estaba hackeado”. Así que lo que hicieron fue modificar ese archivo y poner otro número de cuenta “que es lo que le llegó a la secretaria y donde hicieron el pago”.

A día de hoy, cuenta este fósforo, su cliente “sigue sin recuperar los más de 7.000 euros” que pagó a los estafadores y “está reclamando a la entidad bancaria que no se hace cargo”.

Un gran seguidor de COPE pierde su cuenta de Instagram y datos del móvil

Ser fan de alguien también tiene sus riesgos, y si no que se lo digan a Miguel Ángel que tuvo un problema con su móvil y su cuenta de negocios de Instagram por “seguirlos a ustedes, a la COPE” dice ante la sorpresa del equipo de Carlos Herrera.

Confiesa este oyente ser “un fanático de Goyo González” al que sigue también por Instagram. Un día se encontró una red social con “un cuadro de Goyo que decía ‘pica a esta foto para un concurso’”, así que Miguel Ángel lo hizo sin pensarlo dos veces.

La consecuencia, como nos cuenta, “en cuanto ‘piqué’ se me apagó el móvil y ya no puede entrar más a Instagram”. Además “mis amigos me llamaban porque en i cuenta salía una foto que decía que había invertido 200 euros en bitcoins y que había ganado 3.000 euros en 24 horas”.

Confiesa este oyente que “yo ‘pico’ a todo lo que me sale de COPE” y lamenta “me lo jodió todo, mi cuenta de Instagram que es de negocios y lo perdí todo”.

Tras conocer este asunto Goyo ha asegurado que va a investigar qué es lo que ha podido pasar o está pasando, aunque Naranjo le dice “poco puedes hacer”.

Toda una carrera de Arquitectura robada

La hija de Mercedes había terminad la carrera de Arquitectura y tenía todo su trabajo guardado en el ordenador. Un día, nos cuenta su madre, “nos fuimos de compras y el ordenador se quedó en el coche”. Cuando volvieron “nos encontramos con las ventanillas del coche rotas y sin ordenador”.

“Menos mal que mi hija ya había terminado la carrera”, suspira Mercedes.

Un hackeo que terminó en amistad

37 años lleva Santiago ejerciendo su profesión de abogado, y hace cinco años su despacho sufrió un hackeo. “El contable abrió un fichero adjunto que ponía fichero y en ese momento entró el virus en todos nuestros ordenadores”, relata este oyente.

Perdieron todos los datos, todo el trabajo e incluso “una tesis doctoral en la que llevaba trabajando unos años” dice Santiago que tuvo que volver a realizar empezando prácticamente desde cero.

Pasado ya el tiempo, uno de los días de trabajo Santiago recibe un correo con su mismo nombre y apellido “y pienso que nos están hackeando de nuevo y lo elimino inmediatamente”. Pero los correos siguen llegando y “decido abrir uno por si soy yo el que me los estoy reenviando”.

Y descubre Santiago que se trata de un argentino que “se llama como yo y que quería descubrir cosas sobre su apellido”, y a partir de ahí entablamos una amistad por redes sociales.

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