La pescadería, la mercería, la ferretería, la tienda de las chuches... esas pequeñas tiendas a las que solemos ir con frecuencia y que poco a poco están desapareciendo de nuestros barrios, de nuestras calles y a las que las pandemia castigó duramente. Esos negocios que forman parte de nuestras vidas y en las que encontrábamos de todo.

Por eso los 'fósforos' de 'Herrera en COPE' rinden su particular homenaje a estos pequeños negocios que nos han dado mucho.

José Luis es uno de los “pocos propietarios que quedan en Madrid que su negocio haya cumplido más de 100 años”. Regenta la tienda ‘Arca de Noé’, en la calle López de Hoyos, 134 de Madrid; y va ya por la 4ª generación con sus hijos al frente.

Dice José Luis que “vendíamos de todo, desde un alfiler a un elefante. Tejidos, mercería, artículos de ferretería… Y si no lo teníamos, lo buscábamos”, asegura.

Define este comerciante a las tiendas de barrio como aquellas que “mantienen la vida de las personas”.

Juan Carlos recuerda todos esos pequeños negocios que poco a poco han ido cerrando en el barrio madrileño de Carabanchel donde asegura que “quedan cuatro tiendas de toda la vida”. Lamenta este oyente que todas estas tiendas estén cerrando, “es una pena porque se ponen pisos”.

Ana regenta ‘Antigua Casa Crespo’ en el barrio de Malasaña de Madrid en la que venden alpargatas. “Es una tienda familiar de 1863” que en los años 80 pasó a vender alpargatas”, explica Ana.

Sin embargo, es uno de los pequeños negocios de toda la vida que siguen en pie en el barrio donde “había una lechería, una bazar… La calle Divino Pastor era como un museo”, recuerda esta fósfora que asegura “estar muy orgullosa de la tienda y espero mantenerla durante mucho tiempo”.

Iraida cuenta que compra en el pequeño comercio y pone en valor estos negocios que “contribuyen a las relaciones sociales y realizan una labor social muy importante poque en estas tiendas se fía”.

Isabel echa en falta las pescaderías “que es lo que más ha cerrado en Vigo” y Habla de una frutería que hay en la calle General Álvarez de Castro de Madrid en donde hacen una “miel excelente”.

Vicente recuerda que “las tiendas de barrio durante la pandemia hicieron mucho por la gente que no podía pagar”.