El sabor de lo antiguo o llevarse a casa lo que otros han tirado no es una afición exclusivamente de unos pocos. Así lo han puesto de manifiesto este martes los oyentes de Carlos Herrera, que han enumerado las joyas que se han encontrado en la basura y que les han servido para decorar su hogar, entre otras funcionalidades. Y es que, los amantes de los escombros ven una mesa donde el resto solo observa un palé, o una butaca para la lectura los domingos por la tarde en ese sillón viejo, roído y deshilachado que alguien ha abandonado a su suerte entre un coche y un contenedor.

En los últimos tiempos, Internet se ha convertido también en un escaparate digital para hacerse con mobiliario o utensilios para el hogar de segunda mano, gratis o muy baratos. Abundan en la red las páginas web en las que la gente regala o vende a bajo precio lo que le estorba en casa.

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Y si no que se lo pregunten a María, que se encontró “una casa entera”, con todos los muebles, en la basura mientras bajaba a pasear a su perro. En su caso, el mobiliario era de una “mansión” y estaba en perfecto estado, algunos artículos, incluso, “plastificados”.

“Era la casa de un ruso que se marchó. Llamé a un camión de mudanza y me llevé todos los muebles, que son los que tengo en casa. Estaba todo nuevo”, ha dicho. Como su hogar era más pequeño, decidió poner a la venta algunos artículos. No en vano, entre la basura había lámparas, espejos venecianos, bustos de bronce, cubiertos de plata... Todo de estilo isabelino y muy rococó.

No tirar, reciclar y reutilizar son prácticas clave para la conservación del medio ambiente. En el caso de los muebles cobra una especial relevancia teniendo en cuenta que sus materiales son de gran valor ecológico, como la madera. Por eso, muchos oyentes consideran que la restauración merece la pena aunque pueda ser más costosa que adquirir muebles baratos de grandes cadenas. Y es que, si los conviertes en algo nuevo, son únicos, no habiendo dos iguales.