¿Te muerdes las uñas? ¿Sueles hacerte la manicura? ¿Te dedicas a los pies? Este martes los 'fósforos' de Herrera han relatado historias de lo más excéntricas a cuenta de estos extremos que protegen los dedos de las manos y los pies.
Entre todas las llamadas ha destacado la de Luis, un taxista del municipio ourensano de Verín. Según ha dicho, una vez al mes llevaba en su coche a una señora mayor al banco a cobrar. “La señora iba en silla de ruedas, con calcetines de felpa y tapada”, ha dicho.
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Pero un día, cuando la fue a coger para meterla en el vehículo, el pie se le quedó enganchado, de modo que se le cayó el calcetín y la manta, quedando al descubierto. Para desgracia de Luis, la señora en cuestión tenía la uña tan afilada que le cortó el tapizado de su Mercedes y la tapa del altavoz. “Era una uña que yo en mi vida... Un jabalí no tiene esas uñas”, ha señalado.
“No sabías si era un pie o una pezuña”, ha bromeado. El caso es que cuando se lo contó a la hija de la clienta, esta le dijo que la culpa era suya y que tenía que tratar con más cuidado a su madre. Desde entonces, el 'fósforo' no la ha vuelto a montar en el taxi.