Un verdadero privilegio, aunque saliera derrotado. Había soñado con ese momento y ayer, durante más de 3 horas, lo pudo cumplir. Aunque saliera derrotado. Pedro Cachín es un tenista al que no conocen bien ni en su propio país.

El argentino aterrizó en Madrid, en el Mutua Madrid Open, después de una mala racha: quince derrotas consecutivas no le gusta cómo suena a nadie. Pero venía a España con la ilusión de enfrentarse a su ídolo, Rafa Nadal. Y con esa sensación que todos tenemos: que no sabemos cuánto nos va a durar Nadal y si esta es la última vez que vemos a Rafa en Madrid.

Pedro Cachín entró a la pista con miedo. Cometió muchos errores en el primer juego porque, según confesó, su rival tiene tanta aura que trasciende. Empezó a fijarse en los detalles de su adversario y fue relajándose. Tanto, que a punto estuvo de dar la campanada. Aunque, al final, le ganó Rafa.

Y cuando se fueron a saludar, Cachín, en medio de los vítores a Nadal, se acercó al español

Cachín le dio las gracias. “No sé si lo permitirá el protocolo, pero, ¿me puedo quedar con tu camiseta, tu toalla o algo? Me cumpliste un sueño Rafa”. Y Nadal le respondió: Sí, ahora te doy, faltaría más. Suerte con todo”.

Cachín, un rato más tarde, contó que era un sueño estar delante a un tipo al que vio jugar desde su cama y ganar Roland Garros en 2005. “Anímicamente-añadió- me da un gran impulso”.

Es decir, vienes de una mala racha, te toca tu ídolo, te gana, te saca del torneo pero te vas tan contento con la camiseta del rival y con la moral altísima. Oigan, es muy difícil ganar bien. Pero Cachín no pudo perder mejor. Como le dijo Rafa: suerte con todo.