Pues este martes, Carlos, nos deja, también, la historia de Pedro Sanz. Este pastor jubiladoes conocido en toda la provincia de Segovia gracias a sus predicciones del tiempo. Todas con bastante atino, y eso que Pedro no utiliza tecnología puntera sino una técnica ancestral conocida como las cabañuelas.

A Pedro le basta con observar la naturaleza a principios de agosto para saber, con bastante exactitud, qué fenómenos atmosféricos se van a dar durante los próximos meses. Un caso muy concreto. Pedro asegura que si en agosto levanta varias piedras del campo y están húmedas, eso significa que va a llover con relativa intensidad en el próximo mes de mayo.

También le dan ciertas pistas el vuelo de las aves, la caída de las hojas y el comportamiento de ciertos animales. Su último gran pronóstico fue Filomena. Pedro advertía una tormenta importante para el mes de enero aunque, reconoce, que no la esperaba con tanta intensidad. Por si acaso, hagámosle caso para lo que se nos viene. Y cojamos el paraguas de cara a Semana Santa. Según él, serán días pasados por agua.

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