A sus 55 años ha vuelto a Italia, pero no como le hubiera gustado.

La imagen hoy en muchas portadas de la prensa italiana es la de un tipo esposado bajando de la escalerilla del avión en el aeropuerto romano de Ciampino.

Rocco Morabito, el rey de la cocaína de Milán fue ayer extraditado desde Brasil, donde fue detenido hace un año.

Punto y final a una escapada de 30 años de este calabrés, miembro destacado de la lista de lo que en Italia se conoce como "los superprófugos", los tipos más buscados.

Rocco siempre fue "muy echado para adelante" y eso le perdió varias veces.

Mover la droga en los clubes más selectos de Milán y subir a las redes sociales fotos rodeado de billetes, no parece buena idea.

Su indiscreción le llevo a poner pies en polvorosa primero camino de Brasil y luego de Uruguay.

Se hacía pasar como un humilde empresario brasileño que comerciaba con soja, pero seguía al frente de una mafia calabresa que es la principal surtidora de droga a Europa.

Detenido en Uruguay, escapó con el viejo método del agujero en la pared de la celda y previo soborno a los funcionarios.

Ahora vuelve a la cárcel y se sumará al macrojuicio que desde hace meses mantiene la Justicia italiana contra 350 miembros de la mafia calabresa.

Es La ‘historia del día’ en ‘Herrera en COPE’.

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