Lo que no te han contado de la inesperada muerte del 'calvo de la Lotería de Navidad': "Su ánimo se fue apagando y se fue solo, igual que paseaba por la Puerta del Sol en los anuncios"
Nos lo cuenta María José Navarro en su 'Historia del Día' de este jueves 13 de noviembre

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Ayer se presentó el sorteo de la Lotería de Navidad de este año y, sinceramente, muchos esperábamos que entrase por la puerta o que se hubiera colado en el anuncio. Eso pensábamos cuando el domingo en un titular leíamos: "El calvo de la lotería podría haber muerto". Eso es una campaña, seguro.
Se recurrió entonces a un lotero de San Pedro del Pinatar en Murcia con el que tenía relación, que confirmó su muerte en algún momento indeterminado del verano de 2024.
Luego supimos que había aparecido en el In Memoriam de la Unión de Actores Británicos y en el del colegio en el que había estudiado.
Se metió en nuestras casas entre 1998 y 2005 para hacer magia y mejorar la vida de los españoles con esa característica figura, con una sonrisa amable y con una calva que era impostada. Vamos, que el calvo no era calvo.

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Vivió muy bien gracias a ese anuncio y fue despedido de un día para otro, así que tuvo que hacer otros trabajos para salir adelante.
Clive Arendell, que así se llamaba, murió a los 74 años. Hizo un pequeño papel en 'The Crown' y nada más. Su ánimo se fue apagando y se fue solo, igual que paseaba por la Puerta del Sol en los anuncios.
La persona que más ilusión repartió en España se ha ido discretamente, igual que cuando colaba en los bolsillos un décimo premiado.
EL CAMBIO DE ESTRATEGIA EN LOS ANUNCIOS DE LA LOTERÍA DE NAVIDAD
Durante los años que el 'calvo de la Lotería de Navidad' protagonizó la campaña, de 1998 a 2005, su figura se convirtió en sinónimo de la llegada de las fiestas y de la esperanza de la suerte. El actor, con su gesto amable y ese soplido mágico que repartía fortuna, personificó la ilusión de la Lotería de Navidad de una manera que ningún otro anuncio ha conseguido replicar con un único protagonista.

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Tras su inesperada salida, la estrategia publicitaria de la Lotería cambió radicalmente. Se abandonó la idea de un personaje icónico y recurrente para dar paso a anuncios de corte cinematográfico, con historias emotivas que buscaban conmover al espectador.
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Un ejemplo de ello fue la campaña de 2020, ‘Compartir como siempre, compartir como nunca’, que se adaptó a la situación de la pandemia para apelar a la generosidad y la superación colectiva, un enfoque narrativo muy diferente al de la etapa anterior.
A pesar de los años y de los exitosos anuncios que le siguieron, el recuerdo de Clive Arrindell como el embajador de la suerte permanecerá siempre intacto para toda una generación. Su rostro y su túnica negra forman parte del imaginario colectivo, convirtiéndolo en un auténtico personaje navideño cuya popularidad trascendió la propia campaña.
La noticia de su fallecimiento ha servido para recordar una época en la que la magia de la Navidad llegaba a las casas soplando a través de la pantalla.




