Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE", una vez más, en la ministra Celaá y su ley educativa

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"Mientras discutimos si lo de Pere Aragonés con el Rey fue una pitufada o una una guarrería, una descortesía adolescente o un desplante, la ministra Celaá está a punto de taponar el ascenso social de los hijos de los sectores más humildes de la sociedad, a través de un bachillerato que concluirá por favorecer a los hijos de los ricos. Porque esa especie de aprobado general, donde se puede llegar a la Universidad con varios suspensos, degenerará también las licenciaturas, que sólo podrán servir para algo si van acompañadas de algún máster de prestigio.

¿Y quién le puede pagar un máster en Massachussets a sus hijos? No el hijo de una madre que se dedica a limpiar las casas donde los hijos se van a hacer un máster a Massachussets. Los de CCOO y UGT no han dicho una palabra, pero si el titulo del bachillerato Celaá va ser algo similar al carnet de conducir, la sociedad será cada vez más elitista, y, eso sí, tendremos camareros licenciados en Filología, taxistas licenciados en Derecho, y arquitectos que trabajarán de listeros en las obras, mientras los abogados, los filólogos y los arquitectos que diseñen edificios trabajarán en lo que han estudiado, si han llevado a cabo un máster que cuesta una fortuna.

El Bachillerato de Franco era más socialista. Repito, por si no lo ha escuchado la gendarme de turno de la Memoria Histórica: el bachillerato de Franco era más interclasista, porque los alumnos de los colegios privados se tenían que examinar de las dos reválidas en el Instituto oficial, y no valían las notas del colegio privado, sino demostrar que se sabían las asignaturas.

Si el sistema Celaá se instala, sospecharán que esta ministra, hija de la burguesía de Bilbao, le ha hecho un nudo a la ascensión social de clase, a través de la obra de una jacobina del capitalismo más salvaje. Con un bachillerato, cuyo valor será semejante a tener carnet de un club de fútbol, los hijos de los obreros serán hijos de obreros, eso sí, obreros con título de bachillerato, y hasta con un par de cursos universitarios. Como diría Ralph Darendorf, una iniciativa pública que consolida un capitalismo injusto. Y los sindicatos callados, ante el mayor ataque a la igualdad de oportunidades que se ha dado nunca, porque la gran burguesía, de la que procede Celá, va a ser siempre, abolido el mérito, la clase dominante".

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