Pido perdón a Gustavo Adolfo Bécquer, y a su hermano, el pintor, y a sus admiradores, pero ayer, nada más salir Pedro I, el Mentiroso, a explicarnos la intrínseca imposibilidad de que un terrorista catalán sea terrorista, me puse a recitar: “¿Qué es terrorismo?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es terrorismo? ¿Y tú me lo preguntas? Terrorismo… eres tú”.

Nada más explicar que el secesionista catalán nunca será terrorista, haga lo que haga, acudí al artículo 573 del Código Penal, donde leo: "Se considerará delito de terrorismo la comisión de cualquier delito grave contra la vida, o la integridad física, la libertad, la integridad moral… etcétera".

Y dice "cuando se llevaran a cabo con las siguientes finalidades: 1ª Subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse hacerlo".

Y esta es sólo la primera que parece describir el golpe de estado. Artículo 573. Claro que el abogado defensor de Puigdemont, el fiscal Miguel Angel Carballo… Perdón, perdón, si es el fiscal, no puede ser el abogado defensor…

¡Ah! Claro, es que yo, desde jovencito, cuando cubría crónicas de tribunales para un periódico, estaba acostumbrado a contemplar a los fiscales pidiendo muchas penas y a los abogados defensores decir que sus clientes eran inocentes, y claro, como aquí el fiscal Miguel Ángel Carballo, interpreta el artículo 573 de una manera tan peculiar, creí que estaba contratado por el Cobarde Prófugo. Perdón.

O sea, el jefe de la banda, el Cobarde Prófugo, según el fiscal Miguel Ángel Carballo, no subvertió el orden constitucional, no suprimió ni desestabilizó gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas, y aquello fue algo así como si la tuna se pasa de copas, y en vez cantar clavelitos, dan un golpe de Estado, pero por entretenerse, y sin ninguna malicia.

De todas formas, como los jueces de España, y del mundo, igual no son tan entendidos en Derecho, como Pedro I, El Mentiroso, y el fiscal Miguel Ángel Carballo, deberían suprimir el artículo 573. Porque mientras siga vigente, será terrorismo el terrorismo, como la sal seguirá estando compuesta de cloruro sódico.