Analiza Santi González en 'Herrera en COPE' el pulso entre el Gobierno y Torra, argumentando que "la expresión más acabada del estado de las cosas en Cataluña se produjo ayer a dos bandas. Por una parte, un gobernante regional inaugura el curso político, no en el Parlamento autonómico, que él y su partido tienen cerrado a cal y canto desde hace tres meses. Quim Torra lo hizo en el Teatro Nacional de Cataluña, en el que no estaba previsto un turno de palabra para la oposición. Lo suyo es puro teatro. El ‘torra’ que se marcó ayer el bautista de Puchi es el equivalente parlamentario de la rueda de prensa sin preguntas"

"El okupa de la Generalidad soltó algunas baladronadas pero no anunció ni un solo compromiso para materializar lo que está dispuesto a hacer. Amagar y no dar, que es la especialidad de la casa. Claro que tan significativo o más fue el hecho de que la ministra portavoz, Isabel Celáa, estuviese concentrada en Moncloa para salir a dar la réplica a Quim Torraplá. Duelo de titanes. Y titanas, claro. Desde el mismo anuncio de su comparecencia estaba cantado que lo de Celáa era irrelevante. Luego lo fue por méritos propios. Llamadas al diálogo para encontrar una solución juntos, hay que aceptar las sentencias de los jueces y otras consideraciones pías".

Recalca el tertuliano que "lo más llamativo de la replicante fue su asombroso, por preciso, empleo de las palabras. Cuando dijo: “Al igual que se exige diálogo al Gobierno, el Gobierno pide un diálogo con todos los catalanes”. Ese es el estado exacto de la cuestión: los golpistas exigen al Gobierno, mientras el Gobierno les pide. El Ejecutivo debería haber hecho una sola advertencia, y no ayer. Está todo preparado para instar al Senado a declarar el artículo 155 en cuanto la Generalidad pase de las palabras a los hechos".